Siempre él. Lionel Messi agarró una pelota fuera del área (pase de Di María) y la clavó abajo, contra el palo, para el 1-0 de Argentina sobre México. Después del gol y festejo, aparecieron los espacios y la Selección se animó.
El segundo vino tras una acción individual en la puerta del área, el volante del Benfica Enzo Fernández, definió con un disparo cruzado que se clavó en el ángulo del arco de Ochoa.
Primer tiempo:
Áspero por donde lo miren, México tenía claro que ante la duda iba a cortar con foul. Y a veces al límite de la tarjeta anaranjada. Argentina tarda en romper la línea del medio y recién a los 38, Mac Allister se metió en el partido, armó una buena combinación para salir por la izquierda que luego Messi intentó aprovechar con De Paul pero se frustró. No fue un gran mejoría pero ya hay señales de querer dejar la intrascendencia del toque lateral.
La insistencia del equipo con salir por Montiel no es necesariamente negativo, pero a veces es como muy cantado para los mexicanos por dónde va a venir el inicio de la jugada del equipo. Muy sólidos los centrales, con Guido Rodríguez retrasándose para ser opción pero aún con falta de explosión en los de arriba. Messi la tocó poco, pero siempre clarificó el juego.
A México le cae bien el empate y no parece estar dispuesto a arriesgar nada. Sólo se manda al ataque en una pelota parada pero si no, deja a los cinco del fondo clavados y los volantes no se suman.
La previa: Scaloni metió cinco cambios y va con Dibu Martínez; Montiel, Otamendi, Lisandro Martínez, Acuña; De Paul, Guido Rodríguez, Mac Allister; Messi, Lautaro Martínez y Di maría. El Tata Martino, en tanto, puso una formación sin centrodelantero: Ochoa; Kevin Alvarez, Araujo, Montes, Moreno, Jesús Gallardo; Guardado, Herrera, Luis Chávez; Alexis Vega y Lozano (Ramiro Funes Mori va al banco).