El dengue es un problema de salud que se agudizó en Brasil. No solo porque han aumentado en una gran proporción los casos en relación con la misma época del año pasado, sino porque Río de Janeiro está en las vísperas del Carnaval, el acontecimiento más importante del año para la ciudad, y el incremento de los contagios ponen en peligro su realización.
A partir de esto, las autoridades cariocas han declarado el "estado de emergencia" en la ciudad. Se trata de una cuestión de salud pública para cuidar a sus habitantes, pero también para evitar que el carnaval se vuelva a suspender, como ya sucedió en la pandemia de Covid-19.
¿Peligra el carnaval de Río?
En lo que va del año ya se produjeron más de 10.000 casos de contagios por la picadura del agente trasmisor, el mosquito Aedes aegypti. Por eso están llevando adelante un plan de contingencia que, entre otras cosas, ha incrementado las tareas de fumigación.
Las autoridades también son optimistas, pese al aumento de los contagios. Dicen que este año están mucho mejor preparados que en 2023 para lidiar contra el mosquito y la posibilidad de que se siga expandiendo el dengue.
Por el momento, el carnaval se mantiene. La ciudad de Río de Janeiro recibe turistas de todo el mundo durante el año entero, pero la semana del carnaval es especial.
Los números son altos en todo Brasil, advierte el alcalde carioca, Eduardo da Costa Paes. Además de ser un país tropical con esta enfermedad endémica, las enormes lluvias e inundaciones que soportó, sobre todo en el sur, contribuyeron para que el mosquito encontrara muchos más lugares para reproducirse. No obstante, la batalla contra el insecto también tiene soluciones innovadoras.
Combate sin tregua
En Río de Janeiro aparecieron estos paneles en la vía pública. Advierten sobre el mosquito del Zika y el Dengue, pero hace algo mucho más importante: "Mata centenas de mosquitos por día" como pueden leer los cariocas y los visitantes.
El panel, en realidad, es un instrumento sofisticado que tiene varias capas y emana un aerosol que simula el olor humano, que es uno de los elementos que atrae al Aedes aegypti.
El mosquito ingresa por entradas específicas al panel que, en su interior, tiene una serie de capas que atrapan al insecto y lo retienen hasta que muere. Se acumulan en unos recipientes que son periódicamente removidos e higienizados.
Además, se han asignado varios puntos de atención específica ante posibles casos de dengue. Estarán desplegados en putos estratégicos de la ciudad. También se han reservado camas en los hospitales públicos solo para hacer frente a la lucha contra el dengue.
Brasil, como política de estado, ya trabaja para aplicar una vacuna específica desarrollada en Japón, aunque la principal dificultad es que no posee la cantidad necesaria.