El papa Francisco inició este domingo una histórica “peregrinación penitencial” en Canadá. El principal objetivo de su viaje es pedir perdón a los indígenas sobrevivientes de abusos cometidos en escuelas residenciales dirigidas por la Iglesia Católica.
El pontífice aterrizó en el aeropuerto internacional de Edmonton, oeste de Canadá, en la primera de las tres etapas de su viaje. Debido a sus problemas de rodilla, el Papa bajó el avión en un ascensor y no por las escalerillas y en silla de ruedas se dirigió a uno de los hangares del aeropuerto. Allí fue recibido por el primer ministro Justin Trudeau y por la inuit Mary Simon, representante de la reina Isabel II.
Francisco se dirigirá también a Quebec e Iqaluit, la capital del territorio de Nunavut, ciudad del norte del país, sobre el archipiélago ártico, antes de emprender el retorno el viernes al Vaticano.
El mensaje del papa Francisco a los pueblos originarios de Canadá
Antes de partir de Roma, el papa envió un mensaje en Twitter a sus “queridos hermanos y hermanas de Canadá”.
”Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”, escribió en su red social.
En el avión insistió ante los periodistas acerca del carácter penitencial de su visita, consagrada principalmente a las poblaciones amerindias autóctonas que hoy representan el 5% de los habitantes de Canadá y que se identifican en tres grupos: Primeras Naciones, Metis e Inuit.