Miles de personas seguían bajo órdenes de evacuación el sábado luego de que un incendio forestal avivado por el viento arrasó una zona rural del norte de California, causando heridos y daños en un número indeterminado de viviendas.
El fuego, que se inició el viernes por la tarde dentro o cerca de un aserradero, se extendió rápidamente a un vecindario en el extremo norte de Weed, pero más tarde las llamas se alejaron de la ciudad de cerca de 2.600 habitantes.
Los evacuados contaron que había mucho humo y que del cielo caían trozos de ceniza.
Annie Peterson contó que estaba sentada en el porche de su casa, cerca de Roseburg Forest Products, que produce chapas de madera, cuando “de pronto oímos un gran estruendo y el humo vino hacia nosotros”.
Rápidamente, su casa y cerca de una docena más estaban en llamas. Los miembros de su iglesia le ayudaron a ella y a su hijo, que tiene problemas de movilidad, a salir, agregó añadiendo que la escena de humo y llamas parecía “el fin del mundo".