Este domingo la cápsula Osiris-Rex de la NASA, que cargaba las primeras muestras de asteroides obtenidas desde el espacio por la agencia estadounidense, llegó a la Tierra. Desde un paracaídas a 100.000 kilómetros de distancia, cayó en el desierto de Utah, Estados Unidos.
Se trata de los fragmentos del asteroide Bennu. La misión para conseguirlos comenzó en 2016 y el proyecto, además, contó con el aporte de la leyenda británica del Rock, Brian May, quien además de ser el guitarrista de Queen es astrofísico y estuvo a cargo de definir los lugares más seguros para el acercamiento de la nave.
La cápsula trajo consigo un puñado de polvo recolectado del asteroide Bennu, una roca espacial del tamaño de una montaña que los expertos creen que podría servir para investigar el origen de la humanidad. "Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable?", planteó el profesor Dante Lauretta, investigador principal de la misión, de la Universidad de Arizona.
En ese sentido, afirmó que haber recogido estas muestras es fundamental porque "cuando tengamos los 250 gramos del asteroide Bennu, estaremos viendo material que existía antes que existiera nuestro planeta, incluso algunos granos podrían ser más viejos que nuestro sistema solar".
Osiris-Rex llegó a la Tierra
La nave Osiris-Rex fue lanzada en 2016 en una misión de 1.000 millones de dólares, y este domingo 24 de septiembre del 2023 atravesó la atmósfera terrestre a unas 15 veces la velocidad de la bala de un rifle. Gracias a un paracaídas, el descenso frenó y aterrizó suavemente en el desierto de Utah, y así concluyó un recorrido de 7.000 millones de kilómetros.
Los científicos creen que la cápsula trajo consigo al menos una taza de los residuos del asteroide, ya que algunos se derramaron cuando la nave recogió demasiados y las rocas atascaron la tapa del contenedor, tres años atrás. Se tardará unas semanas en obtener la medición precisa, según anticipó Nicole Lunning, conservadora principal de la NASA.
De todos modos, sería más cantidad de la que jamás se pudo obtener. Japón, que fue el único otro país que logró traer muestras de meteoritos del espacio, recolectó aproximadamente una cucharada en un par de misiones.
La cámara será llevada al Centro Espacial Johnson, en Texas, donde se construyó un cuarto especial para analizar las muestras.
El aporte de Brian May
El guitarrista legendario de Queen es, además, un experto en mapeo de imágenes estéreo, y junto con su colaboradora Claudia Manzoni alinearon dos imágenes con diferentes ángulos de un mismo objeto para dar un sentido de perspectiva 3D, y así decidir cuáles eran los lugares más estables para el acercamiento de la nave.
De esta manera, May ayudó que se determine el punto más seguro para tomar la muestra de Bennu sin que la cápsula sufra un choque o un hundimiento en su superficie.
Brian May junto a Dante Lauretta. Estudió Física y Astronomía en el Imperial College de Londres en 1968 y tiene un doctorado en astrofísica
Bennu ayudará a rastrear los inicios de la Tierra
La NASA, según informó la BBC, ve a Bennu como la roca más peligrosa del sistema solar, ya que es el meteorito con mayores probabilidades de impactar a la Tierra del que se tenga conocimiento. Igualmente, las probabilidades son muy bajas y si ocurre, no será en este siglo.
Según los científicos, Bennu seguramente tenga agua de al menos el 10% de su peso, y buscan analizar si las proporciones de los distintos tipos de átomos de hidrógeno en esta agua son parecidas a la de los océanos de la Tierra. La teoría detrás es que, probablemente, los orígenes del H2O en la Tierra hayan surgido a partir de un bombardeo de asteroides, y al Bennu ser una roca tan antigua, quizás tenga las respuestas necesarias para comprobarlo.
Asimismo, es posible que Bennu tenga entre 5% y 10% de su peso en carbono, un elemento también esencial para la composición de nuestro planeta, por lo que también van a investigar si los orígenes de estas moléculas en la Tierra han llegado desde el espacio. "Uno de los primeros análisis que se les harán a las muestras incluirá hacer un inventario de todas las moléculas basadas en carbono que contenga", adelantó la profesora Sara Russell.
“Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable? ¿De dónde viene toda el agua de nuestros océanos? ¿De dónde viene todo el aire que existe en nuestra atmósfera? Y de manera más importante, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?”, expresó Lauretta.
En esa línea, agregó: “De hecho, nunca hemos buscado en los meteoritos los aminoácidos de las proteínas por este problema de la contaminación. Así que creemos que realmente vamos a avanzar en nuestro entendimiento de lo que llamamos la ‘hipótesis de entrega exógena’, la idea que estos asteroides fueron la fuente de los bloques fundacionales de la vida”.