Macarena Peralta y su padre, José Luis "Gallina" Peralta, comenzaron a ser juzgados ayer en un Tribunal de Juicio a cargo del juez Ramón Haddad por el crimen del peluquero Víctor René Córdoba, ocurrido en abril del año pasado en San José de Metán.
Macarena era la esposa de la víctima y su padre el suegro. La mujer está acusada de ser autora del delito de homicidio calificado por el vínculo y "Gallina" Peralta de homicidio calificado por ensañamiento y alevosía en perjuicio del peluquero Córdoba. Un hecho que causó conmoción y fue motivó de marchas de familiares, vecinos y amigos por las calles de la ciudad para pedir justicia.
En la causa interviene la Unidad Fiscal integrada por Gonzalo Gómez Amado y Nicolás Rodríguez López, quienes en la acusación consideraron que el 18 de abril del año pasado, padre e hija propinaron golpes que luego le provocaron la muerte al joven Córdoba, de 27 años.
Los abogados querellantes de la familia de la víctima son Federico Delgado y sus hijos Federico y Tomás Delgado, mientras que a cargo de la defensa de los acusados se encuentra el letrado Lucas Martín Vaca.
En la primera audiencia realizada ayer en el salón auditórium de la Ciudad Judicial de Metán los Peralta rompieron el silencio y declararon por primera vez. Ambos negaron haber sido autores de los golpes mortales que presentaba el peluquero, quien falleció luego de agonizar cuatro días en el hospital San Bernardo de Salta capital.
"Yo amaba a mi esposo"
Macarena Peralta lloró durante casi toda su extensa declaración. Dijo que amaba a su marido y que todavía no puede creer que junto a su padre estén acusados de matarlo. Relató que los inconvenientes en la vivienda de la familia, ubicada en el barrio Parque, al norte de Metán, donde "Gallina" Peralta tiene una radio FM, comenzaron cuando su padre le entregó un celular donde había mensajes del peluquero con otras mujeres.
"En ese momento me saqué el anillo y dije que no quería saber nada más con él", dijo Macarena entre sollozos. Luego reconoció que le pegó dos cachetadas y que lo abrazó y le rasguñó la espalda. "Después (refiriéndose a su esposo fallecido) se hizo para atrás golpeó una ventana con la cabeza y rompió el vidrio", relató la mujer. Dijo que Víctor Córdoba se puso como loco, que agarró un cuchillo y que su padre se lo quitó.
Relató que "Gallina" Peralta no lo golpeó en ningún momento, que él lo agarraba para contenerlo y que Víctor le dijo: "Matame viejo si no me mato yo por lo que les hice". Macarena señaló que siempre que tenían discusiones fuertes su esposo amenazaba con quitarse la vida. La acusada reconoció luego que le pegó a su marido con un portarretrato en la cabeza, y aseguró que el fallecido iba golpeándose a propósito contra la pared.
"Mi papá se desvaneció y Víctor se fue. Después llegó la Policía y una ambulancia", dijo Macarena, quien reiteró que: "Él (por Víctor Córdoba) decía que se quería matar".
"A pesar de lo que hizo yo a mi esposo lo amo. Cuando nos detuvieron a mí y a mi papá no podía creerlo, no entendía qué estaba pasando porque en el hospital me dijeron que tenía traumatismos de cráneo. Cuando me informaron que había fallecido fue terrible. Nosotros no lo habíamos matado y quería que se investigue. Por eso ya no doy más y hasta intenté suicidarme", dijo Macarena Peralta. Sostuvo que quiere volver a su casa con el pequeño hijo que tuvo con Víctor Córdoba y llorar en la tumba a su marido.
Lo que llamó la atención es que Macarena dijo que no recordaba el contenido de la denuncia que había realizado y aseguró que la radicó para que la Policía saliera a buscar a su marido luego de los sucesos.
"Lo quería como a un hijo", dijo el suegro respecto a la víctima
El primero en declarar ayer, en la sala del tribunal de Metán, fue José Luis "Gallina" Peralta, suegro del peluquero, quien aseguró que quería a la víctima como si fuera su hijo. "Él me decía papá y a mi esposa mamá. Yo jamás le pegué a mi yerno, teníamos una buena relación", aseguró Peralta ante el juez Haddad, negando en más de una oportunidad haber sido el autor de las agresiones que le provocaron la muerte a Víctor Córdoba.
Hizo un relato similar al que luego realizó su hija. Pero hubo una contradicción en la explicación y representación que ambos hicieron por separado, sobre la posición en la que estaba la víctima cuando Macarena golpeó a su esposo con un portarretrato en la cabeza.
"Yo empecé a forcejear con mi yerno, le decía que se calmara. Pero cabeceaba la pared y me dijo que se iba a matar por lo que había hecho", dijo José Luis Peralta, en referencia a los mensajes con otras mujeres que quedaron registrados en el celular de la discordia.
Entre los distintos argumentos que esgrimió en su relato, el imputado dijo que le pidió al peluquero que se arrodillara porque ya no lo podía contener. Contó frente a los magistrados que Víctor Córdoba había agarrado un vidrio con el que se lastimó cerca de una oreja.
"Yo me sentía mal, me desvanecí y de ahí no supe más nada", dijo el suegro de la víctima en la primera audiencia desarrollada ayer en el salón auditórium del edificio judicial de San José de Metán.
Traumatismo de cráneo con fractura de calota
Víctor René Córdoba falleció el 22 de abril del año pasado en el hospital San Bernardo de Salta capital, luego de agonizar durante cuatro días. La autopsia determinó que su deceso se produjo por un traumatismo de cráneo grave, con fractura de calota, provocado con un elemento contuso con una pequeña punta. En la audiencia de ayer también declararon policías que intervinieron en el hecho.
Fortunato Coria, el jefe de la Brigada de Investigaciones de Metán, dijo que la suegra del peluquero, Mariela Cuevas, quien fue detenida y posteriormente liberada y luego de un debate técnico no fue imputada, se mostró reticente y no quería colaborar en un allanamiento que se realizó en la vivienda, donde secuestraron pedazos de madera, un palo de escoba y un posa caña. Ese elemento de pesca le llamó la atención al juez Haddad, quien preguntó de qué material estaba hecho, a lo que Coria respondió que era de hierro.
Durante la investigación y en la audiencia de ayer también se hizo referencia a que la casa en la que ocurrieron los hechos, ubicada en el barrio Parque de Metán, fue lavada luego de los sucesos para ocultar pruebas.
El juicio va a continuar el jueves con la declaración de testigos, y hay otra audiencia fijada para el 4 de abril.