En Casa Rosada, todavía recuerdan la multitudinaria movilización del 13 de abril del 2016. Llovía, y el juez Claudio Bonadio había llamado a indagatoria a Cristina Kirchner, investigada por la venta del dólar futuro, una causa en la que la Vicepresidenta finalmente sería sobreseída. Miles de militantes, muchos de ellos vinculados a La Cámpora, estaban enardecidos. Nadie sabía que pasaría con la ex Presidenta hasta que se apareció por el escenario improvisado bajo la lluvia.
"Quiero en primer lugar que estén todos tranquilos. Me pueden citar veinte veces más. Me pueden meter presa, pero no me pueden callar", dijo la vice. Al rato, la multitud se desconcentró, empapada, sin mayores problemas.
En las próximas horas, los fiscales terminarán sus alegatos en el juicio por la obra pública que investiga la responsabilidad de Cristina Kirchner en los contratos otorgados a Lázaro Báez. En las últimas semanas, el kirchnerismo redobló la apuesta: este domingo, 509 intendentes de todo el país publicaron un documento en defensa de la ex Presidenta: "La persecución judicial sobre la Vicepresidenta constituye una práctica violenta de los derechos humanos", suscribieron los jefes comunales.
En la misma línea se expresaron desde el bloque de Diputados del oficialismo: "Repudiamos todo intento de persecución política-judicial", se expresaron desde la Cámara baja, en "solidaridad" con la ex Presidenta.
Se trata, en definitiva, de un paso más de la última jugada del kirchnerismo en defensa de la ex mandataria en la previa de la sentencia del juicio de vialidad, prevista para después del mundial de Qatar, en la que los fiscales pedirán, según trascendió, una dura condena para Cristina Kirchner, incluida la inhabilitación perpetua para el ejercicio de la función pública.
En las últimas semanas, La Cámpora fatigó las paredes de la Ciudad y el Gran Buenos Aires con pintadas en respaldo de la ex mandataria: "Jueces macristas, con Cristina no se jode", grafitearon. Y acompañaron con alusiones digitales en las redes: "Se viene el Cristinazo", idearon.
La posibilidad de una movilización a Comodoro Py 2002 está más latente que nunca.
Este domingo, por caso, personalidades de la cultura, el periodismo y la Justicia, y funcionarios y legisladores referenciados en el kirchnerismo como Raúl Zaffaroni, Carlos Heller, Víctor Hugo Morales, Ricardo Forster, Víctor Santamaría, Amado Boudou, Luisa Kuliok, Sabino y Patricia Vaca Narvaja y Dora Barrancos, firmaron una solicitada en Página12 en defensa de la ex Presidenta frente a una inminente condena que inquieta al Frente de Todos.
En Casa Rosada, el recuerdo de la movilización de abril del 2016 está más vivo que nunca: "En esa marcha, había cien tipos dispuestos a prender fuego Comodoro Py si condenaban a Cristina", aseguran ahora fuentes oficiales.
La calle como amenaza
En el entorno más íntimo del Presidente están convencidos de que una condena en contra de la ex mandataria, en vísperas de un año electoral en el que la vice prevé postularse a un cargo, como se presume, puede desatar una andanada de manifestaciones callejeras incontrolables.
En ese sentido, la inquietud en el Gobierno va in crescendo.
La semana pasada, La Cámpora organizó una "jornada federal de debate" en sus unidades básicas por la "persecución judicial, mediática y política contra Cristina Kirchner" mientras inundaba el Gran Buenos Aires con pintadas alusivas y su cúpula se plegaba a las manifestaciones en favor de la Vicepresidenta.
El fin de semana pasado, el diputado Eduardo Valdés y dirigentes afines se congregaron en Parque Sarmiento, en la Ciudad, en una jornada en la que también se analizó el juicio por vialidad con una mirada bajo el slogan del "lawfare" que impuso el kirchnerismo en los últimos años.
Este sábado, para salir de la agenda judicial, La Cámpora pintó las paredes del Gran Buenos Aires con consignas vinculadas a la inflación: "¡Suma fija ya! 30 mil pesos para los trabajadores", escribieron para salir por un rato de la agenda judicial.
Dicho temario, sin embargo, es seguido con atención por el círculo rojo, el kirchnerismo y el Poder Judicial.
El Consejo de la Magistratura, por ejemplo, acarrea una de sus consecuencias: los concursos para cubrir la docena de vacantes en Comodoro Py -entre los juzgados de primera instancia, de segunda y los tribunales orales- están paralizados.
Los delegados K en ese ámbito quieren apurarlos, pero la oposición ya avisó que hasta que no asuma el próximo gobierno, en el 2023, no habrá novedades. Este martes, por caso, Mauricio Macri convocó a algunos de los principales consejeros opositores a un cónclave. El ex Presidente sigue con suma atención todo lo vinculado a la Justicia. Igual que Cristina Kirchner, que está contra las cuerdas.