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'Better Call Saul': la temporada final prepara el viaje hacia lo que promete ser un gran final para la precuela de 'Breaking Bad'

El arranque de la sexta, y última, temporada de 'Better Call Saul' tiene mucho de construcción

La sexta temporada promete ser un lento descenso a los infiernos
La sexta temporada promete ser un lento descenso a los infiernos

La larga espera ha llegado a su fin, pues ya se ha estrenado la sexta y última temporada de 'Better Call Saul'. Por el momento solamente con dos episodios, pero más que suficiente para recordarnos por qué es una de las mejores series de los últimos años que además hace ya mucho que no tiene nada que envidiar a 'Breaking Bad'.

Además, 'Better Call Saul' ha vuelto fiel a lo que siempre ha sido en lugar de apostar por elevar el ritmo dada la cercanía de su desenlace. La serie creada por Vince Gilligan y Peter Gould siempre se ha caracterizado por una excelente mezcla de quietud e intensidad para construir a fuego lento a partir de ahí, y en estos dos episodios vuelven a demostrar lo bien que controlan ese tempo narrativo.

He procurado evitar cualquier tipo de spoiler concreto, pero sí se mencionan algunos detalles que quizá no queráis saber antes de ver los dos primeros episodios de la temporada 6.

Como era de esperar, este arranque de la temporada 6 de 'Better Call Saul' tiene mucho de construcción, de sentar las bases que van a marcar lo que está por venir en los últimos episodios de la serie. Eso lleva a que haya algunas tramas que juegan con la falta de conocimiento del espectador sobre qué diantres está sucediendo, pero eso no quita para que estemos convencidos de que todo tiene un sentido. No es la primera vez que la serie opta por esa vía y los resultados siempre han sido satisfactorios.

Esto es algo que se percibe desde ese prólogo situado claramente en el futuro -aunque sin llegar al punto mostrado en una de las mejores secuencias de la quinta temporada-, pero también en otros aspectos vistos en estos dos primeros episodios. Son semillas necesarias que además funcionan genial de forma aislada, tanto por la curiosidad que despiertan como por lo bien ejecutadas que están esas escenas.

No obstante, ya habrá tiempo para hablar de eso cuando la serie empiece a llenar esos vacíos, pero también tenemos una continuación directa de cómo queda la serie al final de la anterior entrega. La traición de Varga (Michael Mando) tiene muchas consecuencias y toda ir lidiando con ellas poco a poco.

Sin entrar en detalles, lo más fascinante de todo sigue siendo Lalo Salamanca, uno de los villanos más memorables que nos ha dado la televisión últimamente. Para ello resulta esencial tanto lo bien escrito que está el personaje, capaz de ser encantador en un momento para al instante siguiente actuar como un ser despreciable, como la interpretación de Tony Dalton.

Con eso no quiero quitar méritos a otros "malos" más vinculados al universo 'Breaking Bad', pero en muchos casos ya sabemos cómo acabó su historia, mientras que con Lalo queda la duda. Exactamente lo mismo sucede con Kim (Rhea Seehorn), el personaje que más ha crecido a lo largo de 'Better Call Saul' -algo que se mantiene aquí, no hay más que ver lo implacable que se muestra en los últimos minutos del segundo episodio- y la gran incógnita de esta temporada final, ¿logrará sobrevivir, acabará muriendo, quién acabará con ella en caso de tener un trágico final?

La madurez total de 'Better Call Saul'

Obviamente, no me olvido de Saul Goodman (Bob Odenkirk), pues aquí también tenemos otra de sus tretas, en la cual la serie vuelve a demostrar lo bien que se maneja a la hora de seguir integrando algunos aspectos más próximos a la comedia en una serie que hace tiempo se convirtió, por encima de todo, en un thriller dramático. A fin de cuentas, eso forma parte de su encanto, incluso cuando lo usa con fines manipuladores como durante ese visita a cierto club.

Por lo demás, 'Better Call Saul' también exhibe una madurez tremenda a la hora de abordar todo desde una calma relativa, ya sea un detalle tan simbólico como algo que acaba en una papelera o por la forma que tienen los gemelos de maniobrar en una situación especialmente complicada. Y es que la serie ha sabido siempre integrar tanto lo cotidiano como lo extraordinario dentro de su forma de abordar las imágenes de forma cohesiva.

Sí que hay momentos que brillan por encima de otros, pero eso se debe más a la unión con lo narrativo, donde la serie no ha dejado de ir a más, pues justo es reconocer que en sus inicios había partes que funcionaban mucho mejor que otras. Esa cierta irregularidad no tardó mucho en corregirse y ahora simplemente todos los frentes funcionan.

Y encima lo hacen dejando claro que está sucediendo mucho más de lo que vemos -si hasta una de las escenas más logradas de este arranque de sexta temporada sucede en off, aunque luego sí que vemos el resultado de lo sucedido-, pero sin que sintamos que no están escamoteando información. Aquí cualquier sentimiento de urgencia que haya tardará en llegar, pero el espectador sí que es consciente de ella, sintiendo como el peso dramático va acumulándose con una precisión envidiable.

En resumidas cuentas

'Better Call Saul' ha vuelto por la puerta grande y todo apunta a que hará lo mismo al despedirse. Por suerte, aún nos quedan otros 11 capítulos por delante -ojo, que esta temporada está dividida en dos tandas, la primera de siete episodios y la segunda de seis- antes de que toque despedirnos de esta excepcional precuela de 'Breaking Bad'.

La temporada 6 de 'Better Call Saul' puede verse en Argentina a través de Netflix (Se estrena un capítulo cada martes).

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La serie está disponible en Netflix


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