El antaño Cine Radar, que posteriormente funcionó durante muchos años como Cine América, fue cerrado por una crisis de salas cinematográficas que obligó al propietario a alquilarlo durante ocho años como templo de una poderosa congregación evangélica cristiana.
Nicolás Farfán, es uno de los integrantes de una sociedad que convenció al propietario de rescatarlo, refaccionarlo y reabrirlo para que funcione como teatro y ponerlo a disposición de las propuestas artísticas y culturales de la provincia.
La vieja sala está actualmente en refacción y dispondrá de 600 butacas. Farfán quiere reabrirla para que se convierta en una alternativa más para ofrecer espectáculos, conciertos y actividades relacionadas al teatro independiente.
"Queremos abrir a fines de noviembre o principios de diciembre, todo va a depender de cómo avancemos con el trabajo de reacondicionamiento. Estamos todo el tiempo hablando con la arquitecta para poder tener lo antes posible el espacio funcionando. Pero no solo es eso, hay muchos otros trámites para habilitarlo", indicó.
Farfán detalló que tuvieron que replantear la fachada puesto que incluía murales y fue rechazada.
Sobre la reinaguración de la sala, sostuvo que: "Queremos que la gente no solo pueda verlo reabierto con un espectáculo, sino también que conozca cómo fue el proyecto, el proceso y el esfuerzo de convertirlo en una sala teatral".