Serrano a lo largo de una trayectoria artística de más de cuarenta años Roly y una vasta carrera con más de 60 filmes realizados, volverá a Salta con una obra íntima y personal que cuenta con libro y dirección de Alfredo Megna.
El actor en escena se expone de forma cruda con emocionalidad entrañable, en lo que sería una tragicomedia basada en sus propias y dolorosas experiencias de vida.
Su personaje se compone de forma impactante frente al público y la obra transcurre entre momentos de dolor, reflexión y comicidad desopilante.
La pieza indaga en el mundo de un hombre, apoltronado en una silla ruedas, que se interpela e interpela al público acerca de su vulnerabilidad como ser humano, cuando se ve surcado y sitiado en su integridad y dignidad, mientras intenta redimirse a través del descubrimiento de un juego fortuito que lo haga millonario.
Su espectáculo transita así por situaciones derivadas de la historia íntima del personaje, su recorrido por quirófanos, recuerdos infantiles y enfermeros.
Un actor versátil
En su extensa trayectoria como de más de 40 años como actor Roly Serrano hizo sus primeros trabajos en cine desde “Rey muerto”, uno de los primeros cortos de la cineasta salteña Lucrecia Martel.
A eso se pueden sumar dos ficciones “El marginal 2”, por el que ganó el Martín Fierro 2019, por su papel de Sapo Quiroga y “Tumberos”, en la que impactó con su papel del celador Galtieri.
En teatro ha hecho piezas desde Samuel Beckett hasta Ibsen, de Roberto Cossa a Armando Discépolo. Para los que han visto “Maradona, la mano de Dios” (2007, Marco Risi), una imagen inolvidable es la de su cuerpo voluminoso nadando en una piscina, en el papel de Diego Armando Maradona, pasando por una de sus etapas más conflictivas.
Precisamente para bajar de peso, Roly se puso en manos del doctor Cormillot y en esta especie de reality detalla, con dolor, sin olvidar el humor, como una forma de complacerse él mismo y apañarse tal vez con un abrazo simbólico para aceptarse en aquello que le cuesta más superar.