De amistoso poco y nada tuvo el clásico salteño de verano entre Juventud Antoniana y Central Norte ante una gran cantidad de hinchas del santo anoche en el Martearena, el cual debía servir para que ambos equipos ganen ritmo de juego de cara al debut de ambos en el Federal A. Es que antonianos y azabaches jugaron con la enjundia de un clásico por los puntos, aunque se les fue un poquito la mano. Tal es así que cuatro jugadores fueron expulsados -dos por bando- por excederse.
Al principio no se advertía demasiada diferencia entre un equipo que carga un mes de trabajo sobre el lomo, como los de Víctor Riggio, y otro que apenas suma dos semanas, el de Horacio Montemurro, pero esas diferencias sí comenzaron a exhibirse con el correr de los minutos.
Tal es así que fue en aquel "oasis" de Juventud cuando el local terminó pagando caro un error y fue a buscar la pelota adentro de su arco. A los 25 minutos, tras un grosero yerro en un intento de jugada preparada de los de la Lerma, los del Tano aprovecharon la contra con un jugadón del Monito Blanco, quien le cedió el gol a Matías Sánchez.
Pero fue al pasar la línea de los 35 minutos cuando el partido se desmadró: Walter Bracamonte, de Juventud, y Juan Huichulef, de Central, fueron expulsados por irse a las manos, y tres minutos después vio la roja Paparelli en el cuervo, por una patada descalificadora.
En el complemento Juventud arrimó, obligado por la derrota parcial, por la exigencia de sus hinchas y porque jugaba con uno más, pero sin claridad, aunque en cada contra rápida del azabache quedaba muy mal posicionado y lo sufría.
A los 29' se fue expulsado, por otra falta injustificable, Luciano Arraya, en Juventud. Y ahí Central Norte aprovechó para dar la estocada final, que demoró y llegó recién con una gran definición del ingresado Diego Magno en el tercer minuto adicionado, para darle el triunfo al cuervo y enmudecer el Martearena.
Fuente El Tribuno