Novak Djokovic dio otra clase magistral en el Abierto de Australia y despachó ayer al quinto cabeza de serie, Andrey Rublev, por 6-1, 6-2 y 6-4, para alcanzar las semifinales, donde aspira alcanzar un récord de su décima corona en Melbourne Park y su 22º título de Grand Slam.
Djokovic atacó la derecha y el segundo servicio de Rublev con devoluciones venenosas en condiciones de viento en la Rod Laver Arena y se adelantó 3-1 en el primer set después de que el ruso cometió una doble falta en un punto de ruptura y el serbio se distanció a partir de ahí.
Tras ponerse en ventaja en el partido con un brillante revés ganador cruzado, Djokovic demostró lo difícil que es batirle en los grandes escenarios pese a tener el muslo vendado por un problema en los isquiotibiales, y rompió el servicio de su rival en el quinto juego de la segunda manga.
El ex número uno cerró una convincente victoria con su saque y se medirá en semifinales con Tommy Paul, que se convirtió en el primer estadounidense en alcanzar esa instancia en Australia desde Andy Roddick en 2009, tras superar a su compatriota Ben Shelton por 7-6 (6), 6-3, 5-7 y 6-4.
En la restante semifinal en Melbourne, el griego Stéfanos Tsitsipas (4) jugará ante el ruso Karen Khachanov (18).