El ex futbolista Robson de Souza, más conocido como Robinho, fue arrestado este jueves en Santos, luego de que la Justicia Federal de Brasil dictara una orden de detención para que comenzara a cumplir la condena a nueve años de cárcel que le fue impuesta por violación.
El diario O Globo y AFP fueron lo encargados de difundir la noticia de la aprehensión e indicaron que ex Real Madrid y selección de Brasil fue trasladado a la sede de la Policía Federal en la ciudad, a la que llegó a bordo de un automóvil marca Toyota color gris a las 19 horas.
La orden de prisión fue dictada por la Justicia Federal en el estado de São Paulo, de forma inmediata, al conocerse que el magistrado Luis Fux, del Tribunal Supremo, rechazó un pedido de habeas corpus presentado por el ex delantero, de 40 años. Robinho reside en una urbanización de lujo en Guarujá, ciudad del litoral de São Paulo, aunque posee varias propiedades en esta región, incluidos varios apartamentos en la vecina ciudad de Santos, donde comenzó su carrera profesional. Fue allí donde resultó arrestado.
Este miércoles el Superior Tribunal de Justicia de Brasil había decidido que debe cumplir en su país la condena que le impuso en 2017 un tribunal italiano por una violación grupal cometida en Milán en 2013. Robinho fue juzgado en ausencia y no puede ser extraditado a Italia, porque la Constitución brasileña lo prohíbe.
Durante la sesión del miércoles, el abogado del ex futbolista del Real Madrid apuntó a supuestas violaciones al debido proceso en Italia y afirmó que la ley brasileña que permite la homologación de sentencias extranjeras es posterior al crimen cometido, argumentos que fueron rechazados por el juez instructor, Francisco Falcão.
El magistrado explicó en su voto que a la Justicia brasileña no le corresponde revisar la sentencia ya proferida en firme por un tribunal italiano ni abrir un nuevo juicio, sino tan solo revisar si se cumplen todos los requisitos para aceptar la petición de Italia para que el deportista cumpla su pena en Brasil.
El punta fue condenado por su participación en una violación colectiva a una joven albanesa en una discoteca de Milán en 2013, pero nunca llegó a cumplir la pena porque regresó a Brasil. En una entrevista emitida el pasado domingo en la cadena Record, no solo reafirmó su inocencia, sino alegó que la Justicia italiana lo condenó por ser una persona de raza negra. “Fui condenado en Italia injustamente por algo que no ocurrió y tengo todas las pruebas que muestran eso”, aseguró. Según su versión, tuvo una relación sexual “superficial”, “rápida” y “consensuada” con la víctima y después se marchó a su casa. “Si mi juicio fuera para un blanco, sería totalmente diferente, sin ninguna duda”, afirmó.
Robinho inició su carrera en Santos, donde anotó 106 goles en 249 partidos, ganó dos Brasileiraos y llegó a la final de la Copa Libertadores. Su rendimiento convocó el interés del Real Madrid, que lo fichó en 2004. También pasó por el Manchester City y por el Milan, donde ocurrió el episodio por el que terminó en prisión. Tras la denuncia por violación, continuó jugando. Pasó por Guangzhou Evergrande de China, Atlético Mineiro y se retiró en Turquía, donde lució las casacas del Sivasspor y Estambul Basaksehir.
En realidad, tuvo una última etapa en Santos, pero ya lo perseguía la sombra del caso que lo puso tras las rejas. Ante su arribo, un patrocinador rompió contrato con el club y le terminaron rescindiendo el vínculo días después. Con la selección de Brasil, por su parte, ganó una Copa América, dos Copas Confederaciones y disputó dos Mundiales (2006 y 2010).