Después de la victoria obtenida en el encuentro de ida de los cuartos de final de la Conference League, Emiliano Martínez arribó con el Aston Villa al Decathlon Arena - Stade Pierre-Mauro con la misión de sellar su boleto a la siguiente instancia frente al Lille. Para el marplatense no fue un compromiso más. Es que además de intentar revertir la serie, los franceses tenía la herida abierta que había provocado el arquero argentino en la histórica final del Mundial de Qatar que consagró a la Scaloneta y convirtió a Lionel Messi en mito.
Los goles de Ollie Watkins y John McGinn le daban una leve ventaja a los británicos, aunque el descuento de Bafode Diakite en Villa Park había dejado la serie abierta y cargada de suspenso. Y ni bien pisó el territorio galo, el ex Independiente sintió la intimidante silbatina del público local. Un clima hostil para el campeón del mundo.
Tal vez por alguna desconcentración, el arquero cometió un grosero error que no es habitual en sus producciones. Un tiro de esquina ejecutado por Yusuf Yazici representó demasiados inconvenientes para el ídolo popular, quien no logró contener el centro del volante turco y dejó un rebote peligroso que estuvo cerca de comprometer el resultado.
Unos instantes después, cuando el cronómetro del árbitro Ivan Kruzliak todavía no había llegado al primer cuarto de hora, una combinación colectiva del elenco liderado por Paulo Fonseca derivó en el prematuro 1 a 0 que emparejó la llave. El preciso buscapié de Gabriel Gudmundsson encontró a Yusuf Yazici y el tuco fusiló con un violento disparo al arquero argentino, quien sólo atinó a observar cómo la pelota ingresaba por su palo derecho. Golazo.
Más allá de aquella salida en falso y del tanto adverso, el Dibu Martínez se reivindicó con una fabulosa intervención para sostener la esperanza de acceder a la fase de los cuatro mejores del certamen continental. Apelando a un recurso que generalmente se aplica en el handball, el marplatense se jugó la vida cuando Benjamin André se relamía la conquista con un cabezazo que no llegó al destino deseado. El héroe de La Scaloneta evitó el gol con el rostro, en una maniobra en la que intentó cubrir la mayoría de los ángulos para seguir soñando con la chance de avanzar.
De todos modos, en el complemento y otra vez por una pelota parada, el Lille lastimó al Aston Villa y parecía quitarle la ilusión con un duro golpe. La ejecución de Hákon Arnar Haraldsson llegó hasta la cabeza de Benjamin André y el francés la clavó en el segundo palo. Otra vez, el Dibu quedó estático, sin posibilidades de reaccionar, en el tanto del combinado local. Con el 2 a 0 y una clara superioridad del dueño de casa, la eliminación parecía concretarse en territorio ajeno.
Si hay algo que el fútbol desconoce es la meritocracia. Y en el Stade Pierre-Mauroy se volvió a vivir una situación en el que un equipo tuvo su premio, a pesar de haber sido superado por su adversario. Algo similar a lo que sucedió con el cruce del Manchester City con el Real Madrid en la Champions League, donde el Merengue eliminó al elenco de Pep Guardiola casi sin patear al arco.
En esta oportunidad, Lucas Chevalie chocó involuntariamente con Nabil Bentaleb y la pelota que parecía en posesión del arquero le quedó a Jhon Durán, quien terminó la llamativa escena con un remate que rebotó en Ismaily. Tan curiosa fue la jugada que el gol lo terminó convirtiendo Matthew Cash desde afuera del área. Grito de desahogo y a cobrar.
En el tiempo suplementario no se modificó la esencia del pleito. Mientras en las tribunas continuaban hostigando al Dibu, con carteles que le preguntaban “¿No te da vergüenza Emiliano?”, los protagonistas continuaban luchando por un lugar en la semifinal. Así como el argentino se quedó con la última pelota que pudo darle el triunfo al Lille, Lucas Chevalier también se reivindicó con el alargue con una doble tapada contra Leon Bailey y Douglas Luiz que generó sensación en las gradas. A pesar de los pedidos desesperados del público por una presunta mano de Matthew Cash dentro del área, el duelo tuvo que resolverse a través de los penales.
Fue la primera tanda desde los doce pasos en competiciones europeas para el ex Arsenal después de su inolvidable actuación en el Mundial de Medio Oriente. Y como no podía ser de otra manera, ante un equipo francés, el Dibu escribió una nueva página en su trayectoria dorada. El ídolo popular le desvió los remates a Nabil Bentaleb y Benjamin André para que el Villano mantenga su figura de héroe. A pesar del fallo de Leon Bailey, los goles de Youri Tielemans, Ollie Watkins, Matthew Cash y Douglas Luiz depositaron al equipo de Birmingham en la siguiente instancia, donde espera por el Olympiakos de Grecia o el Fenerbahce de Turquía.