El enfrentamiento por Copa Argentina entre Chacarita y Tigre se vio empañado cuando, con el marcador 1-0 a favor del Matador, el jugador de Funebrero, Fernando Brandán, fue alcanzado por un botellazo desde la tribuna apenas un minuto después del gol de Brahian Alemán. Como consecuencia, el futbolista no pudo continuar, lo que llevó a la suspensión del encuentro.
El incidente escandaloso tuvo lugar a los seis minutos del segundo tiempo, justo después de que Tigre tomara la delantera en el marcador. En ese momento, el árbitro Ariel Penel expulsó al capitán de Tigre, Agustín Cardozo, por doble amonestación.
Mientras los jugadores de Tigre protestaban ante el árbitro, una botella fue lanzada desde la platea, impactando directamente en el rostro de Brandán, quien momentos antes también había sido blanco de otro objeto lanzado desde la espalda.
El impacto en el rostro del jugador provocó su desplome en el suelo, requiriendo asistencia médica inmediata. Ante esta situación y observando que la tensión persistía en la hinchada de Tigre, el cuerpo médico de Chacarita optó por retirar a Brandán del campo de juego. Mientras tanto, el árbitro detuvo la acción, y tanto los jugadores de ambos equipos como los aficionados presentes aguardaban instrucciones sobre la continuación del partido.
La incertidumbre llegó a tal punto que, en un momento dado, el presidente de Chacarita, Néstor Di Pierro, ingresó al terreno de juego para informar al árbitro sobre la lesión facial de Brandán y su imposibilidad de seguir participando en el encuentro. En respuesta, Penel solicitó un certificado médico para incluirlo en su informe oficial.
Transcurrieron más de quince minutos desde el incidente hasta que Penel, luego de consultas con los médicos de ambos equipos, anunció la suspensión del partido. A la par, desde Aprevide confirmaron la identificación y detención del responsable del lanzamiento de la botella.