Dirigencias deportivas y estatales condenan la violencia en el fútbol, pero cuando tienen que actuar firmes y demostrarle a la sociedad que son parte de la solución y no del problema, se muestran funcionales a los violentos.
Como quien no quiere la cosa, la dirigencia de Juventud Antoniana se mostró indulgente con un violento que golpeó a un joven discapacitado solo porque “lo confundió con un hincha de Central Norte” infiltrado. Ante tamaña agresión, solo le pidieron, increíblemente a modo de padre aconsejador que trate de controlar sus impulsos de macho reprimido y no vaya por la vida golpeado personas.
Tras ser identificado como Jorge Gutiérrez, lo suspendieron solo por un año como socio activo de Juventud Antoniana. Además, de no poder formar parte de todas las actividades que organice la institución, tanto adentro como afuera de sus instalaciones. Y en caso de ser reincidente estará a sujeto a una pena mayor. Es decir que para la dirigencia esto fue algo menor.
Consultado al respecto, el presidente antoniano Javier Russo justificó la sanción con el siguiente argumento: "Viendo todos los antecedentes por la situación que se planteó, lo escuchamos a él -Jorge Gutiérrez-, quien hizo el descargo y se tomó está medida de inhabilitarlo por el término de un año. Todo se analizó en la reunión del miércoles para determinar la suspensión por una situación de extrema gravedad y donde no hubo justificación bajo ningún punto de vista. Nosotros como dirigentes tenemos que buscar la forma de erradicar la violencia de las canchas más si queremos que vuelva la familia", detalló.
En cuanto al descargo que hizo Gutiérrez sobre su violento y repudiable accionar, Russo esgrimió: "Argumentó que fue un momento por algo emotivo. Le hicimos una recomendación para que vea el modo de que pueda controlar una reacción de estas características. Y de acuerdo a lo que establece sobre las medidas disciplinarias que emana del propio club se dispuso la sanción correspondiente".