Independiente y Racing empataron 1-1 en el estadio Libertadores de América Enrique Bochini. Se repartieron las emociones y las expectativas fueron de más a menos, ya que tras un primer tiempo de alta intensidad y búsquedas de arco a arco, luego mermaron en sus eficacias ofensivas y ya no pudieron construir el juego de igual manera.
Mantuvieron las buenas intenciones, pero les faltó claridad para imponerse en el clásico de Avellaneda. De esta manera, ambos (que venían de dos derrotas seguidas) encontraron un punto de apoyo al bajón futbolístico, pero les quedó un sabor amargo porque pudieron haber ganado.
En el caso del local, hubiera sido una muy buena reacción con el debut del DT Ricardo Zialinski; en el caso del visitante, porque el ciclo de Fernando Gago estaba ingresando en un momento de confusión y necesitaban acortar distancias (o al menos evitar que se siga escapando) con el líder River.
Hubo una polémica marcada en la tarde y tuvo que ver con el penal que sancionó Yael Falcón Pérez en la última parte del primer tiempo y que terminó convirtiendo Matías Rojas.
Tras un pelotazo largo, Javier Vallejo le cometió infracción desde atrás a Facundo Mura y enseguida empezaron los reclamos de Independiente, sosteniendo de que la infracción había sido afuera del área. La visión del juez (y del VAR) fue que la falta comenzó afuera pero terminó adentro.
Antes de la contratación de Zielinski, Racing llegaba como favorito al clásico, incluso con su producción futbolística en baja. Pero el Ruso, con apenas dos prácticas, logró aportarle un sello inicial especial a Independiente.
Obviamente que tiene mucho trabajo por delante, desde el banco se lo vio gesticular bastante dando indicaciones en cada acción, pero fue correcta la actuación del Rojo, fue superior a lo que se estuvo viendo con el interinato de Pedro Monzón. Racing no mejoró con respecto a los reclamos que estuvo escuchando Gago las últimas semanas.
