La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) se encuentra en el centro de una controversia significativa tras la queja formal presentada por las Ligas Europeas y el sindicato de futbolistas FIFPRO Europe ante la Comisión Europea. Esta queja surge a raíz del calendario de partidos aprobado por la FIFA para la próxima temporada, el cual ha sido criticado por su saturación y por no considerar adecuadamente el bienestar de los jugadores y las ligas nacionales.
Las Ligas Europeas y FIFPRO Europe, que representan a más de 1000 clubes en 33 países del continente, han argumentado que el calendario internacional de partidos impuesto por la FIFA es insostenible y perjudicial. Según el comunicado conjunto, la FIFA ha favorecido repetidamente sus propias competiciones e intereses comerciales, desatendiendo sus responsabilidades como organismo rector y perjudicando los intereses económicos de las ligas nacionales y el bienestar de los jugadores.
La queja presentada ante la Comisión Europea sostiene que la conducta de la FIFA infringe la legislación de la Unión Europea en materia de competencia y constituye un abuso de posición dominante. Las ligas y los sindicatos de jugadores han expresado que la falta de un proceso claro, transparente y justo para la creación del calendario internacional de partidos perjudica a las ligas nacionales y a los jugadores. Además, han señalado que la FIFA se ha negado sistemáticamente a incluir a las ligas nacionales y a los sindicatos de jugadores en su proceso de toma de decisiones.
En respuesta a estas acusaciones, la FIFA ha defendido su posición argumentando que el calendario de partidos es necesario para mantener el equilibrio entre las competiciones nacionales e internacionales. Según la FIFA, el calendario aprobado busca maximizar las oportunidades de competición para los jugadores y los equipos, al tiempo que se asegura de que los eventos internacionales se lleven a cabo de manera organizada y eficiente.
La FIFA también ha destacado que el proceso de elaboración del calendario se llevó a cabo con la participación de diversas partes interesadas, incluyendo federaciones nacionales y confederaciones continentales. Sin embargo, las Ligas Europeas y FIFPRO Europe han cuestionado la transparencia y la inclusividad de este proceso, argumentando que sus preocupaciones no fueron adecuadamente consideradas.
El conflicto entre la FIFA y las Ligas Europeas y FIFPRO Europe pone de manifiesto las tensiones existentes en el mundo del fútbol en torno a la gestión del calendario de partidos. Los jugadores, en particular, han expresado su preocupación por el impacto que la saturación de partidos tiene en su salud y rendimiento. La acumulación de partidos puede llevar a un aumento en el riesgo de lesiones y a una disminución en la calidad del juego, lo que afecta tanto a los jugadores como a los aficionados.