La Selección había ganado, goleado y disfrutado de su último amistoso antes de aterrizar en Qatar para tirarse de cabeza al Mundial que arranca este fin de semana.
Pero el semblante de Lionel Scaloni no coincidía con este marco de confianza plena y de satisfacción propio de un entrenador que ve que su equipo llegar de la mejor manera a la cita más importante de todas. Algo lo preocupaba y por eso soltó esas declaraciones que retumbaron de inmediato desde Abu Dhabi hasta la Argentina sobre la posibilidad de un cambio en la lista de 26 por lesión. Luego buscó bajarle el tono, pero el interrogante ya estaba instalado. ¿Alguien no está al ciento por ciento?
"Ya somos grandes como para decir si estamos en condiciones o no", tiró el DT celeste y blanco. La frase pasó por alto en medio del ruido que hizo el blanquear la posibilidad de hacer un cambio. Pero Scaloni, evidentemente, quiso marcar la cancha. Enviar un mensaje hacia adentro.
¿Será que alguno de sus convocados llegó con alguna dolencia sin declarar y en estos primeros entrenamientos y en el amistoso notaron en el cuerpo técnico que algo no andaba del todo bien?
Es una posibilidad. El entrenador nacido en Pujato tenía un fastidio evidente y por algo fue. Remarcó una y otra vez que no se trataba de los cuatro jugadores que se movieron livianito tras el 5-0 ante Emiratos Arabes Unidos: Paulo Dybala, Nicolás González, Alejandro Gómez y Cristian Romero. "Ellos están bien y fue por precaución que no se cambiaron", aclaró ante Clarín en la zona mixta. Tampoco Nicolás Tagliafico y Exequiel Palacios, quienes no sumaron minutos el miércoles y también se movieron un poco luego (ellos con mayor exigencia). Ni Leandro Paredes, que salió con una torcedura menor en un tobillo, reemplazado por Guido Rodríguez.
El nuevo "lesionado" que salió a la luz en las últimas horas es Joaquín Correa, que entró en el segundo tiempo y hasta pudo convertir el quinto gol de la Argentina. Sin embargo, desde el otro lado de la línea de cal, no lo notaron a pleno. Y hasta hubo una consulta post encuentro al jugador para saber cómo estaba y la respuesta no habría sido del todo convincente.
Al Tucu le sigue molestando bastante la rodilla izquierda, la misma en la que el 5 de octubre sufrió una dolencia en el tendón jugando para el Inter de Italia. Eso lo obligó a parar. Pero después volvió a jugar en la Serie A y en Champions League y hasta marcó goles.
De todos modos, no estaría óptimo. Por este motivo en la tarde de este jueves, aquí en Doha, le realizaron estudios médicos al delantero para tener mayor precisión de lo que tiene. No obstante, los entrenamientos de este viernes, sábado y domingo serán vitales. La idea es testearlo a fondo para ver si está en condiciones de ser tenido en cuenta o no para todo el Mundial. Scaloni no quiere dar ventajas y ya avisó que contará con quienes estén para jugar.
¿Qué pasaría si Joaquín Correa no responde de forma satisfactoria? Como las listas de 26 nombres ya están cerradas (la fecha límite fue el lunes 14) cualquier cambio deberá ser por una lesión constatada y aprobada por FIFA o por enfermedad. Si este fuera el caso del Tucu, quien entrará en su lugar será el otro Correa, Angel, que se quedó en la puerta del corte final.
Pero ojo, Scaloni y su grupo de trabajo no solamente ponen la atención en el atacante del Inter. Hay otros en la mira, aunque con menor riesgo. Uno es Marcos Acuña, que viene padeciendo una dolencia crónica en el pubis, algo que lo hizo perder continuidad en Sevilla. En Abu Dhabi, el Huevo actuó 45 minutos y rindió bien: asistió a Angel Di María en el 2-0. Luego se fue justamente por Joaquín Correa.
Al ex Racing también lo pondrán a prueba para hacer una última evaluación suya. Y lo mismo pasará con Nico González, quien viene con problemas musculares desde Fiorentina. Lo suyo, igualmente, sería menor. De hecho, en el primer ensayo en la Universidad de Qatar, a puertas cerradas, se movió a la par del resto.