El sueño de cualquier deportista en el mundo es representar a su país. Y al joven Stéfano Alesso ese sueño comienza a hacerse realidad. El salteño de 20 años estaba esperando el llamado de la Confederación Argentina de Básquetbol (CAB) y al fin, llegó. Fue convocado para formar parte de los entrenamientos con la Selección Argentina de Proyección. Citación que le llega al interno de 2,15 metros de altura en un gran momento: a fin de mes se trasladará a Florida, Estados Unidos, para ser parte del equipo universitario de Stetson, nada menos que en la NCAA.
Junto a Juan Sebastián Gorosito (Portland Pilots, EEUU), Máximo Milovich (River Plate) y Bautista Giralt (Albany University, EEUU), Stéfano deberá presentarse en Buenos Aires el 15 de junio para iniciar las prácticas con la selección nacional. Los jugadores podrán regresar a sus instituciones a partir del 30 de junio, según el comunicado oficial de la CAB.
Como otros tantos atletas sueña con vestir la celeste y blanca. Aunque tuvo chances concretas de formar parte de las selecciones de Bolivia e Italia, en esta última llegó a estar muy cerca, decidió esperar y tener su chance en la Selección Argentina.
Tras cuatro meses en la LiboBasquet de Bolivia, jugó en Nacional Potosí y en Leones de Potosí, le salió la oportunidad de viajar al Viejo Continente para jugar a préstamo en un equipo U19 de Italia, Lanciano, en la primera liga de ese país donde disputó un torneo nacional y fue MVP (jugador más valioso). Lo convocaron a la Sub20 de Italia, al mismo tiempo desde Argentina recibió un llamado para una preselección U15.
“Decidí no jugar para ninguna de las dos selecciones, ni Bolivia ni Italia, porque quiero esperar a tener una chance en mi país”, había apuntado el interno hace algunas semanas atrás, sin saber que el llamado de la CAB llegaría nuevamente. Al mismo tiempo aclaró: “Nací en La Paz, Bolivia, pero viví casi siempre en Salta, Argentina, y me siento un salteño más. En Bolivia tengo a mi mamá y su familia, después ningún otro vínculo”.
Tras haberle bajado la persiana a dos países, el salteño de 2,15 nunca dejó de ilusionarse con vestir la celeste y blanca, esa que alguna vez su padre, Fede Alesso, llegó a ponerse y sentir como parte de su piel. “Es un sueño, voy a seguir trabajando para poder cumplirlo”, expresó el joven cada vez más cerca de igualar a su padre y ser el segundo salteño en vestir dichos colores.
Tiene 20 años y su carrera basquetbolística es tan vertiginosa como su desarrollo y su vida misma. A los 12 pasó de medir 1,76 metros de altura a 1,90, con 15 años medía casi 2 metros. En plena pandemia se estiró de 2,05 a 2,11 y continuó hasta estacionarse en los 2,15. En medio de tanto vértigo, y tras pasar por clubes de Argentina, Bolivia e Italia, Stéfano se prepara física y mentalmente para debutar en la división I de la National Collegiate Athletic Association (Colegio Nacional de Atletismo Asociados), en Estados Unidos. Un hecho histórico para el deporte de la Provincia y la región argentina.
El lungo de 2,15 metros camina por los pasillos del Bridgeport Prep. Sabe que le queda poco tiempo en ese lugar porque en las próximas semanas se trasladará a la ciudad de DeLand, en Florida, para ser parte del equipo universitario de Stetson. Un nuevo y apasionante universo lo espera, nada menos que la división I de la NCAA, paso previo a las mejores competencias deportivas de norteamérica.
El colegio donde hace un año desembarcó para impresionar y provocar el cariño de quienes dirigen la institución, supo cobijar al “grandote” norteño y en la página principal de su portal lo define de la siguiente manera:
“#44 Stefano Allesso 2024 7' Stefano es un talento tremendo. Stef puede hacerlo todo. El rebote inicia el contraataque, dispara el triple, ataca la canasta y juega en el poste con tremenda habilidad y destreza. Stef es un gran prospecto cuyos regalos mueven la aguja para el programa Bridgeport Prep”.
El salteño por adopción, pasa sus noches en los dormitorios de Bridgeport Prep, donde se encuentra a gusto. “Voy a estar hasta el 31 de mayo, me gradúo de nuevo. Conseguí una beca completa para comenzar en la Universidad a partir de agosto, me voy para Florida, cerca de Orlando, de Daytona Beach”, contó Stéfano Alesso.
La competencia en el school college ha sido dura y muy exigente, sin embargo Alesso supo dejar su impronta y mostrar lo que es capaz de hacer en un rectángulo de juego. El muy buen desempeño que tuvo en cada uno de los encuentros que disputó con la casaca del Bridgeport Prep le abrió las puertas para recibir una beca y poder dar el salto a la división I, la más importante de la NCAA.
“Estaba jugando el Torneo Nacional de posgrado y el high school (escuela secundaria) desde donde salen los mejores prospectos de división I para las universidades. Voy a representar a Stetson de Florida, y también voy a estudiar obviamente, estoy entre la carrera de Comunicaciones o International Business (negocios internacionales)”, sostuvo.
Desde los 2 a los 4 años Stef vivió en Salta, a los 5 se instaló en la ciudad de La Paz, donde nació, junto a su madre, Jimena. A los 13 decidió radicarse nuevamente en La Linda, junto a su padre, Federico Alesso, en ese último traspaso de una ciudad a otra dejó el fútbol de manera recreativa, “jugaba de 9 en la escuela”, para comenzar a dar sus primeros pasos en el deporte más lindo del mundo.
Al mismo tiempo que fue creciendo adquirió también con velocidad los fundamentos y tácticos/técnicos del básquet. Monitoreado muy de cerca por su padre, el único salteño en la historia de la disciplina -por ahora- en conformar una selección argentina mayor -la de Vecchio en el Sudamericano de 1994-.
“Comencé en Gimnasia y Tiro porque mi viejo estaba como entrenador, se armó un lindo grupo con el que llegamos hasta octavos en el Argentino de Clubes”, recordó Stef. Siguió por 9 de Julio y con 14 años lo buscaron desde Misiones para llevarlo a Oberá Tenis Club, donde estuvo tres temporadas y media. Disputó la Liga de Desarrollo, que acompaña a la máxima división -La Liga Nacional-, también compitió en La Liga Argentina y el Torneo Federal.
Decidido a esperar la oportunidad albiceleste, su rumbo basquetbolistico cambió y desde Europa pegó el salto nada menos que a los Estados Unidos. La única condición para llegar a norteamérica fue tener que pagar el pasaje.
Llegó y fue parte de un torneo de verano en Atlanta y a través de un “travel team”, equipos para mostrarse y conseguir una beca. “Me fue bien y pude conseguir la preschool donde estoy ahora, que se llama Bridgeport Prep para a su vez conseguir otra beca deportiva. Y ahora me voy a mudar a Florida, para jugar la NCAA división I con Stetson”.
Al ser consultado por su carrera y los sueños por cumplir, el joven de 20 años tiene muy en claro lo que quiere: “Espero llegar lo más lejos posible pero sobre todo quiero ayudar a mi familia cuanto antes”.