Justificaron la drástica medida por la difusión del audio en el que el presidente de la Liga se autodefine como mafioso y por dichos ofensivos en diversos medios contra Sergio Chibán, presidente de la Liga y Secretario de Deportes de la Provincia.
El club, por su parte, recibió una amonestación por su responsabilidad en los hechos, mientras que la prosecretaria del mismo recibió una suspensión de 8 meses por su participación en la difusión del mencionado audio.
En la publicación del fallo del Tribunal de Faltas de la Liga Salteña, que decidió la expulsión no se hizo mención alguna al descargo de los imputados, puesto que no se dio lugar a tal instancia. El propio Bie aseguró que nunca se le dio la posibilidad del derecho elemental de defensa y anticipó que apelará la sanción.
El expulsado presidente de «La Villa», había denunciado públicamente a Sergio Chibán y expuesto en el programa del periodista Daniel Murillo, un audio en el que el funcionario provincial lo amenazaba y le advertía que era mafioso.
Entre las interpretaciones que flotan en el aire, como hojas secas llevadas por el viento otoñal, se encuentra una particularmente inquietante. Se dice que la cabeza de Franco Bié por estas horas cuelga en la puerta de entrada del edificio de calle Gurruchaga al 600; como un macabro mensaje para todos los dirigentes que le hagan frente al mandamás de la Liga.
La sola idea de una advertencia sombría, de lo que sucede cuando alguien se atreve a desafiar a Chibán, es suficiente para enviar un escalofrío por la espalda de cualquiera.
«En las sombras de los sótanos de la Liga están colgadas en la pared y exhibidas como trofeos las cabezas de Zusman, Roque Galand, Rubén González, Gabriel Savino y otros más, víctimas de la despiadada mafia del fútbol salteño», comentó un avezado periodista deportivo local que intenta ver más allá de la superficie de la cancha.
Según el Tribunal, hubo una situación «provocadora planteada por un tercero, con maniobras canallescas y en evidente connivencia, que afectaron considerablemente a la entidad rectora del fútbol salteño y a todo su cuerpo colegiado».
Independientemente de la veracidad o falsedad de las acusaciones contra Chibán que realizó es fundamental mantener el respeto y la ética, y que los miembros de las instituciones deportivas se comporten de manera responsable y justa en todo momento, sin abusar del poder.
Fuente OPINORTE
