La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) sacudió el mundo de la Fórmula 1 con una decisión que promete cambiar el juego a partir del Gran Premio de China. Tras analizar los datos recopilados durante las prácticas en Melbourne, la entidad anunció la implementación de controles técnicos más estrictos, enfocados en la flexibilidad de los alerones traseros.
En un comunicado oficial, la FIA detalló que, a partir de Shanghái, se aplicará un nuevo test de deflexión en el alerón trasero superior. Según el Artículo 3.15.17 del Reglamento Técnico, con una carga vertical de 75 kg en cualquier extremo del plano principal del ala trasera, la distancia entre el plano principal y el flap no podrá variar más de 0,5 mm. Una tolerancia de 0,25 mm se añadió temporalmente para facilitar la adaptación de los equipos.
"Entre el final de la temporada 2024 y el inicio de 2025, la FIA ejerció la autoridad que le otorga el Artículo 3.15.1 del Reglamento Técnico para introducir pruebas de deflexión de carga nuevas o más desafiantes", explicó la entidad. Estas modificaciones no solo afectarán el alerón trasero superior, sino que también se extenderán al alerón delantero y al alerón trasero de viga a partir del Gran Premio de España.
Aunque la FIA confirmó que todos los monoplazas que compitieron en Australia cumplieron con las normativas vigentes, el ajuste en los controles obligará a las escuderías a revisar y reforzar el diseño de sus alerones. El objetivo es claro: reducir las ventajas aerodinámicas derivadas de la flexibilidad excesiva y garantizar una competencia más equitativa.
Esta medida se suma a los controles adicionales que se implementarán a partir del Gran Premio de España, donde también se reforzarán las pruebas en el alerón delantero y el alerón trasero de viga.
Mientras los equipos se preparan para el desafío que supone adaptarse a estas nuevas reglas en tiempo récord, la atención se centra en el Gran Premio de China, que se disputará este domingo a las 4 de la madrugada (hora argentina). La carrera no solo promete emociones en la pista, sino también un test crucial para la ingeniería de los monoplazas bajo las nuevas exigencias técnicas.
