Faltan solo tres días para las elecciones en Boca, las cuales fueron suspendidas por la Justicia debido a "irregularidades en el padrón" y reprogramadas para el domingo 10. La oposición liderada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri presentó una nueva medida cautelar exigiendo que los 13 mil socios voten en mesas separadas para garantizar la transparencia del proceso electoral. La jueza Alejandra Abrevaya aceptó este pedido, asegurando que ese porcentaje sufragará en mesas apartadas.
Aunque aún no se ha determinado la ubicación exacta de estas mesas separadas en el estadio Alberto J. Armando, se confirmó la presencia de veedores de la Justicia para supervisar la integridad del proceso electoral. El club solicitó 11 veedores a la Inspección General de Justicia (IGJ), y habrá otro designado por el Poder Judicial encargado de controlar los votos y el escrutinio al cierre de las urnas ubicadas entre las mesas 148 a 171 (activos), 217 a la 223 (activas) y 278 a la 285 (interior), destinadas a los socios que pasaron a condición de activo entre el 1 de agosto y el 30 de noviembre de 2021.
A pesar de la certeza de que las elecciones se llevarán a cabo sin contratiempos en las carpas instaladas en La Bombonera, la fórmula Ibarra-Macri presentó el pedido para que los 13,364 socios voten en mesas diferenciadas, argumentando que estos podrían favorecer a Juan Román Riquelme. Boca ya apeló la resolución de Abrevaya, pero se espera que las elecciones no corran peligro.
Se estableció que las urnas de estos socios (14% del padrón) solo se abrirán y contarán si la diferencia entre la lista oficialista y la opositora es menor a ese número de votos diferenciados. En caso de una mayor distancia en los resultados entre Riquelme-Ameal e Ibarra-Macri en el 86% restante del padrón, se desestimarán esos más de 13 mil votos. La oposición subraya que su objetivo es garantizar la plena transparencia para los socios de Boca y que puedan acceder a resultados confiables.