La selección argentina de vóley sufrió un duro revés al perder contra Japón en su segundo partido del Grupo C, comprometiendo seriamente sus posibilidades de clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024. El equipo dirigido por Marcelo Méndez cayó por 3-1 en un encuentro que dejó a la Albiceleste sin puntos y en una posición muy complicada en la tabla.
El partido comenzó de manera desfavorable para Argentina, con un primer set dominado por Japón, que se impuso con un contundente 25-16. La recepción y el ataque argentino mostraron muchas falencias, lo que permitió a los japoneses aprovechar sus oportunidades y tomar una ventaja temprana. El equipo nipón, liderado por su estrella Yuji Nishida, mostró un nivel de juego superior y no dio tregua a los argentinos.
En el segundo set, Argentina logró mejorar su rendimiento y llegó a estar 16-9 arriba, gracias a una mayor efectividad en el ataque y una mejor coordinación en la defensa. Sin embargo, la defensa japonesa volvió a imponerse y, tras un polémico fallo arbitral que desestabilizó a los argentinos, Japón logró remontar y ganar el set por 25-22.
El tercer set fue el mejor momento para Argentina en el partido. Con una actuación destacada de Bruno Lima y Jan Martínez, el equipo logró imponerse por 25-18, mostrando un juego más sólido y efectivo. Este set dio esperanzas de una posible remontada, pero Japón no tardó en recuperar su nivel y, con una serie de bloqueos efectivos, cerró el cuarto set y el partido con un 25-23 a su favor.
Esta derrota deja a la selección argentina en una situación muy complicada, ya que ahora depende de una victoria obligatoria contra Alemania en su próximo partido y de otros resultados para mantener vivas sus esperanzas de clasificación. El encuentro contra Alemania se presenta como una final anticipada para los dirigidos por Méndez, quienes deberán mostrar su mejor versión para seguir en la lucha por un lugar en París 2024.
La derrota contra Japón no solo afecta las aspiraciones olímpicas de Argentina, sino que también representa un golpe anímico para el equipo. La selección venía de una buena actuación en la Liga de Naciones de Vóley (VNL), donde se clasificó entre los ocho mejores, y esta caída inesperada pone en duda su capacidad para competir al más alto nivel en los momentos decisivos.