La locura no tiene fin en la Argentina. Es total. Después de un domingo de festejos interminables en todo el país, este martes se decretó feriado nacional para que el pueblo celebrara con los campeones del mundo, quienes aterrizaron en el aeropuerto de Ezeiza cerca de las 2.30 de la madrugada. Y ya desde las primeras horas del día, millones de hinchas se acercaron al Obelisco, el punto más emblemático de la Capital, para esperar a Messi y la Copa del Mundo.
Una multitud colmó el centro porteño (Foto: Franco Fafasuli)
Una verdadera marea de gente celeste y blanca copó la 9 de Julio y las calles adyacentes, con gorras, bebidas, comida y todo preparado para quedarse hasta el final de la jornada, tratando de reservarse un buen lugar para observar el micro de los campeones. Sin embargo, a media mañana se confirmó que el recorrido de la caravana fue modificado, por razones de seguridad, por lo que el micro descapotable que lleva a los campeones no pasará por el Obelisco como estaba previsto.
Por tal motivo, los miles y miles en las calles empezaron a desconcentrarse del Obelisco para dirigirse a la intersección de la Autopista 25 de Mayo y la 9 de Julio. Una marea humana, realmente. Conmovedor y único.
El Obelisco también está estallado de gente (REUTERS/Agustin Marcarian)
El nuevo recorrido sería así: Au. Ricchieri, Av. Gral. Paz, Av. Lugones, Au. Illia, Av. Del Libertador, Avenida L. N. Alem para culminar en la Casa Rosada. De esta manera, no pasará por el Obelisco ni la 9 de Julio. La caravana ya partió desde Ezeiza.
La gente copó la Autopista Ricchieri, por donde comenzó el recorrido del micro con los jugadores y también la Avenida General Paz. Según gente del control de tránsito de la Ciudad, son más de cuatro millones de personas las que están en las calles por la caravana de la Selección. Sin dudas, la movilización más grande en la historia del país.