La selección argentina de seven terminó en lo más alto. Es cierto, no pudo coronar su cuarto título consecutivo en Singapur y sufrió muchas desatenciones en la semifinal contra Fiji, pero cerró la temporada regular con su mejor versión: después de arrancar 0-14 en desventaja, derrotó 33-14 a España para quedarse con la medalla de bronce en el reducido torneo asiático. Luego de consagrarse ganadores de la liga el sábado, al asegurarse el primer puesto en el ranking, floreció el alma de este equipo en su último partido de la gira.
“Hubo mucho trabajo detrás de este tercer puesto. Estoy orgulloso y feliz del trabajo de este grupo de jugadores y entrenadores. El seven es esto, un torneo muy duro, pero tenemos un grupo de jugadores muy competitivo”, valoró el capitán Santiago Mare, una vez culminada la remontada sobre España. “Algunos jugadores que no tuvieron tantos minutos en Hong Kong, acá sumaron muchos minutos. Somos un equipo largo y eso me pone muy contento”.
Errátics y desordenados en la semifinal ante Fiji y algo nerviosos en el primer día, con una derrota ante Sudáfrica y una ajustada victoria ante Gran Bretaña, los Pumas 7 arrancaron dormidos ante España con los tries de Asier Perez y Pol Pla. Pudo ser la falta de motivación luego de llegar a lo más alto del circuito de seven, pero este grupo demostró incontable cantidad de veces que su estimulación es la propia camiseta. Una acción individual superlativa de Marcos Moneta a la salida de un scrum sacó al equipo de la modorra y lo despertó. Como si hiciera falta una inyección de energía para hacer el click y volver a conectarse. Y así fue.