Un gran paso de cara al objetivo de volver a estar entre los cuatro mejores dieron los Pumitas en el inicio del Mundial Juvenil de Sudáfrica tras vencer a Italia por 43-15 en el estreno.
El seleccionado argentino de menores de 20 años supo capitalizar la ventaja numérica con la que contó desde el minuto 15 por la expulsión de un jugador italiano y, tras un inicio complicado (0-8), tuvo movilidad para generar zozobra en la defensa rival, impuso el ritmo de juego y fue efectivo para lograr el punto bonus, aunque la diferencia podría haber sido mayor de haber tenido un poco más de serenidad en los últimos metros.
La amplia victoria lo deja con buenas perspectivas para lograr el objetivo de meterse entre los cuatro mejores. El próximo jueves se enfrentará a Georgia y más adelante, el martes 4 del mes próximo, cerrará su participación en la zona C ante el local Sudáfrica. Los ganadores de los tres grupos y el mejor segundo se clasifican a semifinales.
Por este motivo era importante, una vez asegurada la victoria, anotar la mayor cantidad de puntos posibles. Los 28 de diferencia representan una buena ventaja y es de esperar que no haya que lamentar las situaciones desperdiciadas si fuera necesario desempatar con los segundos de los otros grupos, que en los papeles son más parejos.
La jugada que marcó la tónica del partido fue la expulsión del italiano Destino Ugiagbe Aminu a los 15 minutos del partido por un tackle peligroso (hombrazo sin utilizar los brazos contra Benjamín Elizalde). Aunque los Pumitas tardaron en acomodarse e incluso sufrieron un try en contra que los dejó 0-8, cuando se serenaron lograron muy buena fluidez de pelota que redundó en espacios que supieron aprovechar. Tres tries en los últimos 15 minutos de la primera mitad, lo mejor de los Pumitas en Paarl, marcaron el rumbo del partido.
La buena conducción del apertura Juan Bautista Baronio (incluido un drop de mitad de cancha), autor de 21 puntos y elegido por la organización como el jugador del partido, las corridas del wing Mateo Soler y la presencia física del capitán Eliseo Chiavassa fueron lo más destacado del equipo conducido por el tucumano Álvaro Galindo.
En el segundo tiempo el dominio argentino no fue sólo físico sino también mental. Tres tries más sellaron la diferencia que les da confianza para el próximo partido y aire para ilusionarse con llegar lejos, más allá de que desperdiciaron algunas oportunidades en los últimos metros por apresuramiento (errores de manejo o penales propios en el contacto).
Italia no es uno de los seleccionados con mayor tradición en la categoría, con un octavo puesto como mejor ubicación histórica en los mundiales. Sin embargo, este equipo en particular llegaba con buenos pergaminos luego de haber finalizado tercero en el último Seis Naciones M20, con victorias ante Escocia y Gales. Aunque se mostró firme en el scrum y recuperó muchas pelotas en el punto de contacto, sobre todo en extrema defensa, con uno menos no tuvo respuestas ante la movilidad de los argentinos.
El próximo rival, el jueves, será Georgia, a priori el más débil del grupo, que más tarde se medía con el local Sudáfrica. No obstante, también llega con buenos antecedentes luego de haber derrotado a Inglaterra 41-36 en la preparación.
El Mundial Juvenil volvió a disputarse así después de un hiato de cuatro años forzado por la pandemia. En la última versión, disputada en Rosario en 2019, los argentinos habían finalizado en un meritorio cuarto puesto. Hacia allí apuntan.