Iban 12 minutos del primer tiempo del clásico entre Luján y Alem cuando desde afuera se empezaron a escuchar disparos. No uno, no dos, no tres. Cómo mínimo según los testimonios, una decena de impactos tras una ráfaga asesina de arma de fuego.
Con ese panorama, parte de la barra de Luján intentaba salir al encuentro de los violentos de Alem, que habían arribado en dos autos y desde la ventanilla de un sedán blanco disparaban directamente sobre sus rivales tras invitarlos a salir de la cancha para pelear. La Policía al principio, sin entender lo que ocurría, empezó a reprimir con balas de goma a la propia gente de Lujan hasta que alguien avisó que desde un coche estaban los de Alem disparando.
Cuando fueron a la zona, ya era todo un caos: al menos siete heridos de balas de fuego, uno en grave estado, un adolescente de 18 años que está peleando por su vida. La intervención policial con balas de goma y gases lacrimógenos produjo al menos otros 15 heridos por ese tipo de municiones al tiempo que el árbitro del partido decidía suspender el clásico del Oeste en el estadio Municipal en otra jornada luctuosa para el fútbol argentino.
Según la información a la que accedió Infobae, la situación venía con normalidad hasta las 15.30, horario fijado para el inicio del encuentro. La barra de Luján había ingresado a la tribuna local por la puerta principal de la calle Francia, mientras que la delegación visitante compuesta por dirigentes y varios barras disfrazados de ellos, lo debía hacer desde la calle Pellegrini. Allí un pequeño sector de barras de Luján los habrían recibido de mal modo, por lo que la gente de Alem hizo un llamado a otro grupo que se encontraba cerca para que llegara en auxilio.
Eran al menos cinco autos con alrededor de 35 barras. Cuando arribaron por Pellegrini sin que los haya detenido el operativo de seguridad, convocaron a los de Lujan a una pelea mano a mano. Y cuando éstos iban al encuentro, desde el sedán blanco uno de los barras que estaba en el asiento de atrás sacó un arma y empezó a disparar. La secuencia según los testigos fue criminal. El grueso de la barra de Luján, que estaba dentro del estadio, viendo la situación, quiso salir a ayudar a los suyos y perseguir a los de Alem. Recién ahí intervino la Bonaerense y logró después de varios minutos controlar la situación.
Claro que el daño ya estaba hecho. De inmediato se convocó a los Bomberos Voluntarios porque la ambulancia dispuesta en la cancha no daba abasto para trasladar heridos, la mayoría derivados al hospital local y otros a la Clínica Güemes. Mientras esto sucedía afuera, dentro del estadio una bomba de estruendo era arrojada por la parcialidad de Luján sobre el banco de suplentes visitante y explotó a metros de donde estaban los jugadores. Toda una postal de violencia del fútbol argentino que tiene por estas horas a un chico debatiéndose entre la vida y la muerte. Una vez más.
LOS SIETE HERIDOS DE BALA
Agustín Pellegrini (34 años): impacto en la pierna Izquierda.
Insusarri Rocio, Ruben (29): antebrazo derecho.
Colman, Julian(23): en pierna Izquierda.
Camino, Jonatan (33): en la costilla.
Godoy, Mariano (28): en el cuello.
Roldán, Maximiliano (38): en brazo izquierdo.
Joaquín Coronel (18): herida en zona torácica; se encuentra grave.