La reciente lesión de Luis Advíncula ha generado un escenario complicado para Diego Martínez y su equipo de Boca. Advíncula, quien es una pieza clave en la defensa del equipo, se lesionó durante un partido contra Central Córdoba y, como resultado, se perderá varios partidos importantes, incluyendo la definición de la primera fase de la Copa Sudamericana.
La ausencia de Advíncula representa un desafío significativo para Martínez, quien debe reorganizar su defensa y encontrar un reemplazo adecuado. La lesión del peruano se suma a una serie de problemas que el equipo ha enfrentado, incluyendo una cantidad insólita de defensores lesionados. Esto ha llevado a Martínez a experimentar con diferentes alineaciones y a probar jugadores en posiciones que no son las suyas, como Marcelo Saracchi jugando de lateral derecho, a pesar de ser naturalmente un lateral izquierdo.
La situación se complica aún más con la reciente decisión de Martínez de no convocar a Darío Benedetto para un partido clave, después de que el jugador fuese enviado a casa durante un entrenamiento por razones disciplinarias. Esta decisión ha generado controversia y pone en evidencia los desafíos que enfrenta Martínez para mantener la disciplina y el enfoque en un equipo plagado de lesiones y problemas internos.
Advíncula, por su parte, había renovado recientemente su contrato con Boca hasta diciembre de 2026, lo que demuestra su compromiso y el cariño que siente por el club y sus aficionados. Su lesión no solo es un golpe para el equipo en términos deportivos, sino también emocionalmente, ya que es un jugador muy querido por la hinchada.
En este contexto, Martínez debe trabajar arduamente para mantener la moral del equipo alta y asegurar que los reemplazos puedan llenar el vacío dejado por Advíncula y otros jugadores lesionados. La capacidad del equipo para adaptarse y superar estos obstáculos será crucial para sus aspiraciones en la Copa Argentina y en la escena internacional.
