Otra vez, Gonzalo Montiel pateó el penal para ganar un título. Como si se tratara de un deja vu de Qatar 2022, el lateral derecho del Sevilla ahora fue el encargado de la definición de la tanda que le dio al Sevilla el triunfo ante la Roma de Paulo Dybala después de la igualdad 1-1 en los más de 120 minutos disputados para llevarse los laureles de la Europa League, la segunda competencia más importante del Viejo Continente, por séptima vez. Además, el equipo que también cuenta con los argentinos Lucas Ocampos (estuvo de entrada), Erik Lamela (entró en el complemento), Alejandro Gómez (fue suplente) y Marcos Acuña (suspendido) sacó pasaje para la Champions League y para la Supercopa de Europa.
El Puskas Arena de Budapest fue testigo de una final dramática hasta en los penales. Es que Cachete tuvo que patear dos veces. Su primer remate fue atajado por Rui Patricio, pero el VAR detectó que se adelantó y debió volver a ejecutarse. En el segundo intento cambió de palo y no falló. Como si se trata de un guiño del destino, Montiel debía ser nuevamente el encargado de poner el broche con su remate desde los once metros.
Jugó a las escondidas Mourinho. Pergenio una estrategia en la previa que bien podría ser catalogada como bilardista. Es que le bajó el tono a la posibilidad de ser titular de Dybala antes del partido. “Está para jugar 20 o 30 minutos”. Eso declaró en la conferencia de prensa del día previo. ¿Cura mágica? Más bien astucia del técnico para despistar a todos. El portugués sorprendió horas antes al incluir desde el inicio al delantero cordobés, quien arrastraba molestias en el tobillo izquierdo desde la dura entrada de su compatriota José Luis Palomino en la derrota 3-1 ante Atalanta del pasado 24 de abril. desde el inicio.
Y La Joya le respondió. No solo jugó más de media hora (67 minutos en total) sino que fue el mejor de su equipo al mostrarse incontrolable por la derecha del ataque en el 5-2-3 que dispuso su DT. Dybala encontró espacios a la espalda de Alex Telles. Tuvo un par de desbordes y rompió por el centro para escalar hacia el gol de la Roma en un primer tiempo en el que el conjunto italiano fue mejor.
Bryan Cristante recuperó, Gianluca Mancini habilitó y Paulo definió de zurda y cruzado para transformarse en el primer argentino en anotar en la final de la denominada Europa League (ya habían marcado en final de Copa UEFA Jorge Valdano, Diego Maradona, Javier Zanetti y Hernán Crespo) y en ser el responsable de gritar el gol 100 de los campeones del Mundo en Qatar 2022.
El plan de Mourinho funcionaba a la perfección, pero Sevilla cambió el semblante en la segunda parte y le equilibró el trámite. De un centro desde la derecha llegó el empate por un gol en contra de su valla de Mancini al intentar bloquear a Ocampos. El argentino protagonizó otro momento candente cuando le cobraron un penal de una falta del brasileño Ibañez, quien había tocado la pelota. El VAR intervino y el árbitro Anthony Taylor revirtió correctamente su fallo.
Se emparejó en resultado y en fútbol. Y los arqueros de ambos lados fueron importantes para llevar todo a tiempo suplementario. Y en esos 30 minutos hubo demasiadas interrupciones. Se volvió dramática y muy disputada la final. Pudo ser para los italianos en la última a través de un cabezazo del inglés Chris Smalling que dio en el travesaño.
Y todo se definió en los penales en los que Bono fue figura y Montiel volvió a demostrar su especialidad desde los 12 pasos.