El 9 de diciembre de 2024 se cumplen 6 años de la final histórica de la Copa Libertadores entre River y Boca, jugada en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Después de una serie de eventualidades que complicaron su desempeño normal, el último partido debió jugarse en España. En principio, la ida en la Bombonera tuvo que ser postergada hasta el otro día por una lluvia torrencial que no permitió jugar el partido.
Esa primera batalla terminó 2-2 con goles de Ramón Ábila y Benedetto para boca, y Pratto e Izquierdoz en contra para los millonarios. Para el partido de vuelta ocurrió un papelón que tuvo varios protagonistas. Por un ataque al micro de Boca, el partido que debía ser en Monumental terminó en Madrid.
Cronología de una final de película
Todo empezó el 11 de Noviembre en la cancha de Boca Juniors. El partido estaba previsto para el día anterior pero una lluvia torrencial hizo imposible que se jugara, postergándose para el otro día. En un gran partido de ida y vuelta, boca se encontró con el primer gol gracias a una floja respuesta de Armani que aprovechó Wanchope Ábila.
No obstante, ocurrió uno de los hechos que se convirtió en chicana de los hinchas de River posteriormente: "¿cómo te van a hacer un gol sacando del medio?". Y Así fue, apenas movió River después del golpe, Gonzalo Martínez decidió avanzar y meter un pase filtrado para Pratto que empató el partido apenas 1 minuto después del gol de Boca.
En un partido electrizante, de ida y vuelta, Benedetto antes de que termine el primer tiempo marcó el 2-1 para boca después de un tiro libre y en el segundo tiempo, con la misma fórmula, Izquierdoz desvió un centro del Pity Martínez que tenía la cabeza de Pratto como destino y la clavó en el arco de Rossi. El partido terminó 2-2 después de una memorable atajada de Armani a Benedetto en el área chica a los 90 minutos.
9 de diciembre, la final más esperada en Madrid
El 24 de noviembre debía jugarse la vuelta en el Monumental. Pero en un pobre operativo de seguridad a cargo de la policía federal, el colectivo con los jugadores de boca pasó por una calle donde había una masa de hinchas de River que lo apedrearon dañando a jugadores de boca que no quisieron jugar el partido ese día. Al día siguiente, con toda la hinchada esperando, el partido tampoco se jugó. Boca apeló al Tribunal de Arbitraje Deportivo para pedir los puntos y la final, pero el organismo consideró que no era motivo suficiente para dicha sanción.
No obstante, mediante negociados polémicos, se decidió que el partido fuera trasladado, en principio a otro país de América y luego a Madrid, al Santiago Bernabéu vaya uno a saber por qué. De todas maneras, el partido se jugó el 9 de diciembre, con hinchadas de ambos equipos.
Empezó con la tensión esperada de un encuentro de semejante magnitud, y en el primer tiempo boca sacó ventaja con un gran gol de Darío Benedetto que dejó en el piso a Maidana y definió con categoría ante Armani después de un gran pase de Nahitan Nández.
En el segundo tiempo, con el correr de los minutos, el ingreso de Juan Fernando Quintero por Leonardo Ponzio hizo que River inclinara la cancha y se lo terminó llevando puesto. Primero con un gol de Pratto después de una pared entre Nacho Fernández y Exequiel Palacios en la puerta del área grande. Y luego en el tiempo extra con un golazo de Quintero que quedó en la memoria de los hinchas de River.
Hubo lugar para el sufrimiento millonario después de que Jara estrellara un tiro en el palo. Y boca, con 2 jugadores menos debido a una expulsión de Barrios y la lesión de Gago fue a buscar desesperadamente el empate incluso con su arquero, que nada pudo hacer en el minuto 120 cuando el Pity Martinez escapó y sentenció la historia 3-1 con el arco vacío.
El legado que dejó aquella final entre River y Boca
Esa final de Copa Libertadores produjo un quiebre entre River y Boca. Fue la final más importante jugada entre ambos y sentó un precedente histórico. Además, River obtuvo su cuarta Copa Libertadores, equilibrando un poco los números internacionales contra su rival, que posee 6.
Además, antes del partido, tanto del lado de River como de Boca, los protagonistas consideraban que las consecuencias para el perdedor serían devastadoras. Esto dejó a Marcelo Gallardo como el director técnico más importante de la historia de River y creó una estadística que no existía entre los dos equipos, que nunca se habían enfrentado en una final de un certamen internacional.