El primer día posterior a las medidas que relajaron un tanto el cepo a las importaciones y al ahorro vía dólares financieros, las cotizaciones respondieron con una suba del 0,9% en el MEP y una baja del 0,2% en el CCL, con la brecha en el 44%.
El BCRA volvió a vender USD1 millón y se consolidó el vaivén entre positivos y negativos de las últimas dos semanas, que dejó ventas por USD4 millones. Dado el contexto adverso para revertir unas netas que tienen un negativo de al menos USD4.500 millones, entre analistas destacaron que las medidas implican un riesgo para las reservas y anticiparon que el BCRA podrá profundizar su desempeño vendedor, aunque tiene chances de salir bien si llegan divisas de afuera.
La coincidencia es que, con un BCRA que ya viene mostrando dificultades para comprar divisas, la dinámica será incluso más compleja y, aunque los dólares desde afuera pueden solucionar el problema, no será sencillo. Hay reservas líquidas por USD10.100 millones, pero no todas son propiedad del BCRA, sino que son parte de su deuda y de ahí el negativo de las netas, que se ubica entre USD4.500 millones, según PxQ, y USD6.300 millones, según Portfolio Personal Inversiones (PPI). El flujo de la demanda podrá crecer en forma problemática durante el último trimestre, pero especialmente en la previa a la cosecha fina, es decir entre septiembre y noviembre.
El director de Analytica, Claudio Caprarulo, afirmó: “La decisión de modificar las regulaciones cambiarias tiene un costado positivo en tanto es una señal de que se busca levantar el cepo cambiario. De todas formas, también lleva como correlato una mayor demanda de dólares en el MULC, presionando aún más las reservas”.
Y al respecto coincidió la economista de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Melina Eidner: “Si hoy como estaba la cosa al Central ya le costaba comprar reservas en el MULC, ya que si uno toma una media de los últimos 20 días hábiles de las compras netas en el MULC da neutro, no compra ni vende, con mayor demanda e igual oferta, va a terminar pasando claramente que le va a costar más comprar reservas y tal vez tenga que salir y vender. Esperábamos que suceda porque es el segundo semestre, pero esta señal de normalización del esquema importador, podría hacer que las ventas sean más abultadas”.
Y agregó: “Los meses que más se podría llegar a trabar el MULC es septiembre, octubre y noviembre, por cómo quedó el esquema y cómo vienen las cuotas de los importadores. Ahí va a haber un flujo más del 100% por arriba del típico. La realidad es que hoy el BCRA tiene reservas que nosotros estimamos en un negativo de USD6.300 millones. Eso no quiere decir que no tenga liquidez, sí la tiene. Nosotros la medimos, en treasuries del Tesoro de EE.UU., en moneda dura y en otros activos líquidos, está en USD10.100 millones. Liquidez tiene, el problema es si un día se despiertan todos los acreedores y le piden los dólares todos juntos”.
En ese sentido, para el director de PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, la clave puede llegar desde afuera: “¿Con qué reservas se transita desde la segunda fase (la actual) hasta la tercera (circa marzo del 2025)? Con los del blanqueo seguro, con los de un REPO contra el oro del BCRA tal vez ¿Alcanza? Un aumento de las reservas netas por USD4.000 millones que permitiera recuperar lo perdido entre abril y julio podría ser el monto mínimo que nos permite pensar que el gobierno puede transitar el primer trimestre pagando la deuda soberana y negociando con el FMI sin un salto devaluatorio que interrumpa la trayectoria descendiente de la inflación. Luce difícil, aunque no imposible. Es la opción del gobierno. Toca monitorearla, no discutirla”.
Agis además afirmó: “La jugada es, huelga decirlo, arriesgada y contraintuitiva, lo cual podría indicar que va en el sentido correcto ¿A qué nos referimos? Durante la anterior gestión sobran los ejemplos donde ante aumentos en la presión sobre el mercado paralelo, la decisión de política económica terminaba por incrementar el control de cambios y, con esto, consolidar el alza de la brecha cambiaria. En este caso, la actual gestión parece haber cambiado la lógica”.
En ese mismo sentido, el director del CESO, Andrés Asiain, afirmó: “Es cierto que la lógica cambió y es contraintuitiva. Hay presiones cambiarias y entonces se facilita el acceso a dólares, cuando todos saben que hay pocos. Lo más relevante es lo del acortamiento de los plazos para acceder a dólares y pagar importaciones. Es difícil de entender cuando se quiere mantener la pauta del 2% de devaluación y hay tensión por escasa liquidación de exportaciones. Entiendo que se buscará mostrar como que no pasa nada pero le veo poco sentido”.
El director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, coincidió acerca de los riesgos de las medidas: “Tiene riesgo, todas las medidas para bajar la brecha e ir moviendo restricciones consumen unas divisas que son escasas. Las reservas netas son negativas y todo indica que para fin de año, a este rimo, van a seguir cayendo”.