Las medidas impositivas anunciadas por el Gobierno le agregarán 2 puntos a la inflación de agosto y septiembre, con particular fuerza en agosto. Y es que las mediciones de las consultoras mostraron que los precios de las importaciones se vienen moviendo más al ritmo del dólar oficial que al de los financieros.
Además, habrá impacto del dólar agro al maíz, un producto que, a diferencia de la soja, se usa como insumo de bienes que se consumen dentro del país. Junio y julio venían mostrando calma en cuanto a la inflación, pero los analistas ya auguraban una reversión de esa tendencia hacia fines del 2023: eso se puede adelantar al octavo mes del año.
Mientras se baraja que la inflación de julio estará cerca al 6% de junio, la consultora Equilibra calculó que el nuevo paquete de medidas para mejorar la recaudación, el difícil fiscal y la acumulación de reservas, le sumarán a la inflación de agosto cerca de 2 puntos porcentuales: "El impacto es agregado, entre última semana de julio, agosto, y arrastre en septiembre. La mayor parte estará concentrada en agosto, dato que se da a conocer en septiembre, después de las PASO", explicó a BAE Negocios Lorena Giorgi economista jefe de la firma.
De acuerdo a Equilibra, el alza de precios irá de la mano del encarecimiento de las importaciones de bienes y servicios en un 4,5% por la suba de alícuotas, a través de la implementación de un impuesto PAÍS del 25% para los servicios y 7,5% para bienes.
En esa línea, la consultora PxQ analizó qué tipo de dólar se usa para definir los precios de los bienes que llegan del exterior y consideró: "Los precios de los bienes importados tienden a seguir al tipo de cambio oficial, salvo en eventos de alteraciones bruscas del tipo de cambio paralelo. Bajo esta hipótesis, la introducción de un dólar-importador debería provocar un salto en el precio de los bienes importados incluidos en este nuevo régimen".
Por otra parte, Equilibra destacó que la suba del dólar agro de $300 a $340 puede tener como consecuencia un salto de hasta 25% en el precio del maíz que duraría hasta el 31 de agosto, ya que, a diferencia de la soja, este grano es el principal insumo utilizado para la cría de animales "afectando rubros sensibles como Carnes y derivados, Leche, productos lácteos y huevos, y Aceites y grasas, que en conjunto pesan más de 13% en el IPC Nacional".
Como respuesta, el Gobierno aclaró que se va a "garantizar una parte para el consumo en el mercado interno a fin de abastecer lo que necesitan los productores" y así evitar esa disparada de precios. Además, según Equilibra, consideró que "algunos bienes y servicios ya estarían priceados al dólar financiero". "El problema de este argumento es que no tiene en cuenta que el propio paquete de medidas anunciados tiende a elevar la brecha cambiaria (unifica el dólar solidario al tarjeta le pone un piso más alto a la brecha)", sintetizó la consultora.
Ecolatina también estimó que habrá "mayores presiones inflacionarias": "Extender el dólar agro a cereales como el maíz implica encarecer un insumo relevante del sector engordador de pollos y cerdos y de los feedlots, mientras que aplicar un impuesto a las importaciones (aumentar el costo de reposición) significa encarecer bienes e insumos utilizados en procesos productivos o consumos finales de la economía, lo que genera un traslado a los precios internos".
A pesar de la presión inflacionaria, estas medidas se enmarcan en el nuevo acuerdo que el equipo técnico del Ministerio de Economía está negociando con el FMI, ya que apuntan a mejorar el rojo fiscal, recaudar un 0,8% del PIB y acumular hasta USD 2.000 millones por el dólar agro.
"Es dable esperar una aceleración de la inflación para agosto-septiembre y resta definir si el acuerdo con el FMI está "cerrado" o si un acuerdo a nivel de staff, pero no a nivel del directorio será la forma que encontró el organismo para dictaminar respecto de Argentina post-PASO. Si este fuera el caso, el riesgo es que el anuncio no contribuya a calmar la evolución del tipo de cambio paralelo. Esta podría ser la peor combinación: un dólar-importador de 7,5% más una devaluación brusca de la brecha implicaría un impacto sustantivo sobre la inflación doméstica", concluyó PxQ.