Los controles de precios están colapsando a lo largo y ancho del país. La represión financiera en las góndolas se hace imposible de sostener sin precipitar situaciones de desabastecimiento, y el Gobierno kirchnerista se quedó sin herramientas para contener la inflación.
El ministro Sergio Massa abandonará el poder en medio de un violento rebrote inflacionario. El precio promedio de los alimentos sufrió fuertes remarcaciones sobre una amplia gama de productos, y se estima una suba promedio del 40% que comenzará a sentirse en los supermercados a partir de la próxima semana.
Todo indica que la canasta básica alimentaria sufriría una actualización muy superior a la inflación general, anticipando un nuevo salto de la indigencia y la pobreza medida por ingresos. El año 2023 podría finalizar con el nivel de marginalidad social más exacerbado de los últimos 18 años.
El precio de la leche subirá entre 15% y 20% en los próximos días, ante el inminente traslado de los aumentos en el mercado mayorista y la suba del dólar de referencia. Sin lugar a dudas impactará en los deciles de menores ingresos de manera brutal.
Por otra parte, el precio promedio de los aceites y de la harina tendrá un aumento de entre 50% y hasta 100% en las próximas semanas, no se veía algo ni remotamente semejante desde la hiperinflación de finales de la década de 1980 y principios de 1990.
El kirchnerismo también autorizó una serie de aumentos sobre precios y tarifas reguladas. Las cuotas de la medicina prepaga se actualizarán más de un 11% en diciembre, y a partir de enero podrían aumentar a un ritmo incluso más elevado para compensar los peligrosos faltantes de insumos que amenazan el funcionamiento del sector (especialmente en el área de cardiología).
Los peajes para automóviles subirán un 66% en los horarios no prioritarios, y un incremento del 50% para los horarios pico. Esto afectará a las rutas nacionales en todo el país.
Las cuotas de los colegios regulados de la Provincia de Buenos Aires (aquellos que reciben algún tipo de subsidio) tendrán un aumento promedio del 11% a partir de diciembre, junto con una nueva reapertura de paritarias para actualizar los salarios nominales.
Los alquileres tendrán una suba explosiva del 128% para el caso de los contratos que hayan sido firmados en diciembre del año pasado. El alquiler de departamento de 3 ambientes en la Capital Federal podría llegar a costar de $120.000 mensuales a más de $270.000, enterrando el poder adquisitivo de un importante segmento de la clase media.
Los servicios de cable, telefonía e Internet tendrán un aumento autorizado del 4,5% mensual a partir de diciembre, y queda pendiente la revisión de las tarifas de combustibles y servicios públicos como electricidad, gas y distribución de agua.