Como es habitual en cada fin de semana largo, miles de vehículos argentinos cruzaron la Cordillera de Los Andes para ir a Chile, mayormente en busca de precios más baratos para una serie de productos.
Según datos informados por autoridades de la Aduana, fueron más de 16.000 los autos particulares que pasaron por el paso fronterizo Los Libertadores entre el jueves y el viernes pasado. La excusa fue el descanso, pero el principal atractivo, una vez más, fueron los precios.
También colapsó el paso Pino Hachado, en la provincia de Neuquén. Según informaron los medios locales, las filas de autos superaron los 5 kilómetros y se produjeron importantes demoras en la Aduana.
Si bien Chile tiende a ser más caro que Argentina en productos de primera necesidad, es mucho más barato en insumos de más valor agregado, en especial en tecnología y electrodomésticos y también en indumentaria, entre otros rubros.
Por eso, es habitual que las familias que viven cerca de la frontera crucen la Cordillera para ir a hacer sus compras. De hecho, hay empresas de colectivos que organizan tours de compras periódicamente y tienen una alta demanda, al punto de que han tenido que agregar servicios para responder a todos los pasajeros.
De acuerdo a los valores exhibidos por las empresas en sus sitios web, los tours de compras están costando entre $50.000 y $76.000 (ida y vuelta) saliendo desde Mendoza y entre $97.000 y $112.000 saliendo desde San Luis.
Los productos más económicos
Muchos argentinos optan por cruzar la Cordillera de los Andes para cambiar los neumáticos de sus vehículos, debido a las marcadas diferencias de precios. Un ejemplo claro es el modelo Bridgestone 185/60 R15 Turanza ER300, que en Chile cuesta 76.900 pesos chilenos, equivalentes a $99.816 argentinos. Sin embargo, en el mercado local, ese mismo neumático alcanza los $198.000 en algunas tiendas especializadas. Al reemplazar un juego completo, incluyendo el repuesto, la diferencia supera los $392.000, lo que representa una brecha del 98%.
Para pasar de una moneda a otra, se tuvo en cuenta la cotización del dólar en Chile y el valor del dólar libre en Argentina (para hacer la conversión a nuestra moneda). Para simplificar el cálculo, al precio que se exhibe en Chile se lo debe multiplicar por 1,29. Es decir que un producto que en Chile se vende a 1.000 pesos chilenos, para los consumidores argentinos tiene un valor de 1.290 pesos.
Quienes se estén equipando para tener un bebé, pueden encontrar precios mucho más convenientes del otro lado de la Cordillera. Un Cochecito City V2 cuesta $200.000 en una reconocida tienda de Argentina, mientras que en Chile, la misma empresa, lo vende a 93.000 pesos chilenos ($119.970 en plata argentina). La diferencia en ese caso es de 66%.
En el mismo rubro, una butaca para bebé marca Verona se comercializa en el país a $125.999. Exactamente el mismo modelo se vende en tierras trasandinas a 60.499 pesos chilenos, lo que equivale a $78.043 en moneda argentina (brecha del 61%).
Con la llegada del verano, muchos hogares querrán comprar un nuevo aire acondicionado. En las tiendas chilenas, un aire acondicionado Samsung split inverter frío/calor de 12.000 BTU (3.000 frigorías) tiene un precio de 339.990 pesos chilenos, lo que resulta equivalente a $438.587 en moneda argentina. El mismo equipo, de este lado de la montaña, cuesta $1.031.998, por lo que la diferencia es del 135%.
Por su parte, un televisor LED de 50 pulgadas 4K LG cuesta 329.990 pesos chilenos del otro lado de la Cordillera, lo que equivale a $425.687 en mone
da argentina. Exactamente el mismo modelo se comercializa en nuestro país a $720.000, de donde se desprende que la brecha en ese caso es del 69% ($294.313 de diferencia).
Es también considerable la diferencia de una Xbox Series S de 512GB. En Argentina se consigue en tiendas de electrónica a un valor de $849.999, mientras que en Chile se vende al equivalente de $527.000 en moneda argentina. Eso quiere decir que la diferencia es del 61%.