Junto con la energía, potenciada por Vaca Muerta y las posibilidades de expansión comercial del petróleo y el gas natural de ese reservorio gigante, la minería es una de las apuestas del Gobierno para sumar dólares y dinamizar la economía en el mediano y largo plazo. Y es uno de los ocho rubros estratégicos a los que apunta el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), el esquema de flexibilización impositiva, aduanera y cambiaria que busca incentivar que las compañías inviertan más de US$200 millones en el país.
El sector, que viene creciendo en los últimos años, ve al RIGI como la herramienta para desplegar su potencial. Hoy las distintas empresas mineras tienen en cartera proyectos por más de US$25.000 millones, además de otros tantos en marcha y con previsión de expansión. Principalmente, están emplazados en las provincias de San Juan, Catamarca, Chubut, Salta, Jujuy y Mendoza. Y sostienen que con esos yacimientos ya en producción se pueden triplicar las exportaciones, alcanzar los US$12.000 millones por año y apuntar a los US$30.000 millones en el largo plazo, así como duplicar los puestos de trabajo en la actividad.
A la explotación de oro y plata, se sumó el boom por el litio, de alta demanda global por ser fundamental en la era digital. También, el resurgir del cobre, un mineral clave que en la Argentina no tiene explotación a gran escala, ni tampoco producción o exportaciones y cuyo precio internacional se mueve al alza y ya roza los US$9000 por tonelada, 10% por encima del promedio del último año.
La sanción de la Ley Bases y ahora la reglamentación del RIGI, aún cuando restan algunas definiciones técnicas que la AFIP debe precisar en un plazo de 30 días, entusiasman a los grandes jugadores globales de minería. Ven que la mejora de las condiciones locales para la inversión impulsó ya cambios de accionistas a nivel global que impactarán en ese tipo de proyectos estratégicos en la Argentina.
Solo en las últimas semanas se conoció que la minera canadiense Filo Corp fue adquirida de manera integral por Lunin Mining y BHP, con lo que ambos gigantes desembarcan en los proyectos Filo del Sol y Josemaría, ambos para extraer cobre en San Juan y por la que el gobierno provincial cree generará una inversión total de US$10.000 millones. En tanto, la minera australiana Unico Silver firmó una carta de intención vinculante para comprar el total de los proyectos Joaquín y Cerro Puntudo, en Santa Cruz, de Pan American Silver.
El RIGI y un cambio de paradigma para la minería en la Argentina
Para el sector, el RIGI era indispensable porque garantiza previsibilidad cambiaria, seguridad jurídica, confianza de los inversores en el país y mejora la competitividad frente a otros países que, con recursos minerales similares, desarrollaron de manera significativamente esa actividad.
No será de un día para el otro, dado que la minería es una actividad con plazos más bien largos: 3 a 5 años de exploración, presentación de estudios de impacto ambiental, obtención de permisos y distintas aprobaciones, mientras un plazo similar suelen llevar las tareas de construcción y la posterior puesta en marcha. En general, los ciclos productivos tienen una duración de 30 años, con probabilidades de extenderlos según tecnología y recurso disponible.
En ese contexto, Michael Meding, vicepresidente de la minera global McEwen Copper y gerente general de Los Azules, un proyecto de explotación y de producción de cátodos de cobre industrializables, planteó: “El RIGI es clave para nuestro proyecto. Construir una mina de cobre implica una inversión de miles de millones de dólares, una suma que no se encuentra fácilmente en la Argentina. Estamos analizando los 138 artículos recientemente publicados, pero esta reglamentación ofrece un marco jurídico sólido y brinda mayor certeza a los inversores, quienes reconocen el gran potencial de la Argentina para el desarrollo de proyectos mineros”.
Con esa mina de cobre de Los Azules planea alcanzar una producción anual promedio de 155.000 toneladas de cobre fino, tanto para el mercado local como la exportación. Menciona que el proceso de extracción y producción de cobre en “planchas” es inédito en la Argentina. Hoy, el país importa unas 20.000 toneladas anuales de ese tipo de producto como insumo para diversas actividades.
El proyecto Los Azules, emplazado en Calingasta, San Juan, al pie de la Cordillera, es uno de los más grandes del mundo. Lleva desembolsados unos US$300 millones de una inversión total de US$2500 millones que se calcula insumirá todo el proceso, es propiedad de McEwen Cooper y tiene como socios al gigante minero Río Tinto y el fabricante automotriz Stellantis.
Ya presentó los estudios de impacto ambiental y espera para el último tramo de 2024 obtener la autorización de explotación para comenzar en 2025/2026 con las obras iniciales de lo que será la futura mina y planta de producción y estar operativa desde 2029, siempre según las condiciones de mercado. Tiene acuerdo con YPF Luz para contar con suministro de energía 100% renovable ya que apunta a que el cobre producido sea “verde”, con compromiso de neutralidad de carbono para 2038.
RIGI: qué provincias ya adhirieron al régimen especial para grandes inversiones
Entre la sanción de la Ley Bases y la reglamentación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, este viernes 23 de agosto, son varias las provincias ya adhirieron de manera formal al RIGI y otras tantas están en proceso de avance para sumarse.
La primera fue Río Negro, que ganó incluso la pelea con Buenos Aires por la inversión multimillonaria de YPF para la construcción, junto con Petronas, de un puerto y planta de GNL para exportar el gas que se produce en Vaca Muerta.
Luego le siguieron: Tucumán; Jujuy; Chubut; Mendoza y San Juan. En proceso de tratamiento legislativo aparecen Salta; Chaco; Corrientes y Santa Fe. Mientras aun está en discusión en Catamarca, Córdoba; San Luis y Neuquén.
Por su parte, entre los que no adhirieron y/o avisaron que no adherirán están Buenos Aires; Formosa; Misiones; Entre Ríos; Santiago del Estero; La Rioja y La Pampa.