El dólar blue fue el gran protagonista de las noticias en las últimas semanas. A pesar de formar parte del mercado informal, los vaivenes que presentó no escapan a la preocupación de los argentinos, ya sea porque su actividad laboral depende del billete estadounidense o porque temen que esos saltos se trasladen a los precios de los alimentos en los supermercados, en un contexto donde la inercia inflacionaria parece que, lejos de contraerse, se reafirma.
Al respecto, se consultó a expertos para desentrañar cuáles son los aspectos en los movimientos del dólar a los que hay que prestarles atención y qué quieren decir los analistas cuando hablan de devaluación, brecha, corrida cambiaria y crawling peg.
Por otra parte, el gran hecho que va a terminar de darle un marco al comportamiento del dólar (ya sea blue, oficial o financieros) y otras variables económicas, son las elecciones 2023 que este año pondrán a un nuevo presidente en la Casa Rosada.
Es histórico que por el cambio de gobierno se genere un clima de incertidumbre que lleve a las personas a dolarizarse, los precios aumenten, la inflación suba, más personas quieran comprar dólares para garantizarse cierto resguardo de valor y así, la rueda continúe en un círculo vicioso que parece difícil de frenar.
Sumado a que actualmente, la Argentina está condicionada por el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), además de que enfrenta un problema en la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central, agravado por la peor sequía en la historia que llevó a una menor cantidad de exportaciones y, por lo tanto, un menor ingreso de dólares a las arcas del BCRA.
A fin de adquirir las herramientas para interpretar los cambios en la política cambiaria y los saltos en las cotizaciones paralelas hay que comprender que en la Argentina existe el cepo cambiario, una serie de restricciones que pesan sobre el dólar oficial y que restringen su acceso, haciendo atractivo al mercado paralelo, aunque también es más caro.
Qué es la devaluación
A medida que el precio de los dólares sube, el peso argentino como moneda pierde valor. Esto ocurre tanto en el mercado formal como informal y hay varios tipos de desplazamientos en el tipo de cambio.
El economista del Centro de Economía Política ( CEPA) Leandro Ziccarelli explicó que se llama "devaluación" estrictamente en términos técnicos cuando "hay un salto discrecional del tipo de cambio, un salto de precios que deja precios en el medio sin operar". "Si un día vale 20 y al otro 25, dejó sin operar 21; 22; 23 y 24, eso es un salto discrecional", explicó el especialista.
Y aclaró: "En la diaria, a los movimientos cortos de tipo de cambio generalmente se les llama depreciación".
Ziccarelli afirmó que con las disparadas que se vieron en las jornadas anteriores, "se puede hablar de una devaluación del dólar blue", porque de alguna forma esos saltos van a tener un "efecto contagio en los precios".
Por su parte, Gustavo Quintana corredor de bolsa de PR Corredores de Cambio destacó que, a pesar de que los saltos en el dólar informal preocupan, "la escalada en el dólar libre está, en términos reales, lejos de los récords".
Quintana hizo énfasis en la corrida cambiaria de octubre 2020 cuando el billete informal trepó a $195 con una brecha del 140% con el dólar minorista y 170% con el dólar mayorista, aproximadamente. "Un dólar blue de octubre 2020 equivale a 750 pesos constantes de hoy", analizó.
La corrida cambiaria no es un deporte
Los mercados de divisas se rigen por la ley de oferta y demanda. A mayor demanda de moneda extranjera y menor cantidad para ofertar, su precio sube. Suele decirse que cuando se produce una disparada en el dólar apuntalada por algún suceso político o económico, se trata de una corrida cambiaria, es decir un gran afluente de pesos que busca ser convertidos en dólares.
En las economías más reguladas como la Argentina, esto se ve con mayor claridad con los dólares paralelos, ya que el cepo restringe la demanda.
"Corrida en todo sentido significa que el mercado intenta traspasar activos de una moneda a otra. Podria traducirse como una fuga de pesos hacia los dólares", explicó Quintana y aclaró: "Cuando hay libertad de mercados, los agentes dolizan sus tenencias en dólar oficial, cosas que en los mercados regulados no puede hacerse".
La sequía trajo una menor entrada de dólares por la exportación de granos como la soja
De todos modos, el especialista remarcó que no se puede hablar de una corrida cambiaria propiamente dicha porque, al existir restricciones a la compra de dólares, ese traspaso de moneda se da en las cotizaciones paralelas.
Por el contrario, Ziccarelli de CEPA enfatizó que sí se puede hablar en términos de corrida cambiaria: "La única diferencia es que las corridas arrancan por los dólares paralelos. Cuando tenés unificado el tipo de cambio la corrida se da directamente en el mercado oficial que es el MULC".
Asimismo, ambos expertos coincidieron en que "cuando hay cepo, la corrida arranca por los dólares libres y se termina contagiando en el mercado oficial".
Dólar blue hoy, un mercado chico pero poderoso
Quizás muchos se pregunten ¿Si el dólar blue es ilegal, por qué su precio se difunde y afecta tanto a la economía? La respuesta esta estrechamente relacionada con las expectativas, la desesperación y, sobre todo, la incertidumbre.
"El Blue es un mercado chico con un movimiento muy poco relevante en términos cuntitativos, pero sí en términos cualitativos porque genera expectativas", explicó Quintaba a este diario.
Y agregó: "Son mercados de escasa profundidad, no hay volumen muy acentuado de oiperaciones entonces la retracicón de la oferta se traduce en una suba de precios".
Sin embargo, el economista destacó que se trata de "un termómetro que mide el grado de incertidumbre" y aseguró que "hay presión sobre los precios porque los indicadores no son muy alentadores".
De todos modos, explicó que durante los períodos pre electorales hay una tendencia histórica a la dolarización, independientemente de la situación actual.
"La tendencia en elecciones a la suba de precios también es importante, más este año cuando el proceso que se avecina es un cambio de presidente. Razon por la cual las expectativas son más acentuadas y se traduce en una conducta de cautela que lleva a la compra de moneda dura, y la moneda de sura es el dólar", sintetizó Quintana.
Por su parte, Ziccarelli explicó: "Se mira el dólar blue porque te pueden disparar una corrida en el dólar oficial, puede generar efectos en los precios y que haya salida de depósitos cambiarios".
"Es uno de los precios de la economía que, por más que no nos guste, tiene cierta centralidad, es importante tenerlo lo más ordenado posible", puntualizó.
Una disparada en el dólar blue genera expectativas que pueden "contagiarse" a los precios y presionar a la escala inflacionaria. Cuando se analiza el movimiento del dólar no hay que dejar de lado que, tarde o temprano, se va a terminar trasladando al mercado interno.
"Uno tiende a pensar que la macro se mueve según los precios del dólar oficial, pero es real que cuando la diferencia de precios con el blue es muy grande y eso que llamamos brecha se mueve de manera muy rápida, genera cierta incertidumbre que puede terminar en una devaluación del dólar oficial", aseguró Ziccarelli en diálogo con este diario.
¿Qué es la brecha cambiaria y por qué hay que prestarle atención?
Poner el foco en temas como una corrida cambiaria al dólar blue que puede terminar generando una devaluación que luego sea trasladada a los precios y haga rebotar la inflación, implica hablar sí o sí de brecha cambiaria.
La brecha cambiaria no es otra cosa que la diferencia entre dos o más cotizaciones del dólar, por ejemplo la distancia que hay entre el dólar oficial mayorista y el dólar blue. Ese spread es hijo de los controles de cambios, ya que a medida que las restricciones de acceso al dólar son más fuertes, el mercado paralelo es más demandado y su precio sube.
Por ejemplo, un dólar blue a $470 y un dólar oficial mayorista de $223 tienen una brecha de $247 es decir, del 110,7%. A medida que ese porcentaje se agrande, la distancia es mayor y hay un desfasaje más pronunciado entre los valores oficiales y el precio al que se consigue el dólar libre.
"Cuando hay mercados controlados, la brecha siempre tiende aumentar porque al comprimir la demanda estás trasfiriendo esa demanda a los mercados no reculados porque la brecha tienden a ensancharse", comentó Quintana.
En esa línea, explicó que es improtante prestarle atención porque: "Una brecha muy acentuada opera como presión en los precios de los mercados regulados. Todos los mercados con regulaciones muy drásticas transfieren la demanda a los mercados informales".
"La brecha en la medida que se ensancha tiende a generar presión, obligando a actualizar los precios, porque alienta la tendencia a dolarizar debido a la incertidumbre que eso genera", analizó el corredor de bolsa.
Ziccarelli brindó un claro ejemplo respecto de los comportamientos en las personas que surgen de la diferencia entre ambas operaciones: "El exportador trata de no exportar porque piensa que más adelante va a tener un tipo de cambio más alto y, por el contrario, el importador es capaz que endeudarse para adelantar importaciones porque sabe que mañana el tipo de cambio será más alto. Estos comportamientos hacen que la macro sea mucho más difícil".
Dólar oficial y crawling-peg, de qué se trata
Se habló demasiado del dólar blue y el impacto de sus movimientos en la economía. No obstante, no deja de pertenecer al marco de la informalidad. Ahora bien, ¿qué pasa con el dólar oficial?
En ambos casos, mayorista y minorista, los movimientos están contenidos por las restricciones al acceso a dólares. Sin embargo, los precios suben aunque de una forma más gradual y controlada.
Esa política cambiaria se conoce como crawling-peg y se baja en "corregir el tipo de cambio oficial todos los días" y son los bancos los que están "obligados a actualizar los precios que, en otras circunstancias con mercados libres, se regulan por el mercado", según el análisis de Quintana.
En esa línea, Ziccarelli explicó que el crawling-peg es una "política cambiaria en la que se va moviendo el tipo de cambio a un ritmo constante con micro devaluaciones diarias, puede ser parejo o puede ir variando".
"Consiste en ir llevando el tipo de cambio hacia un nivel pero de manera gradual con pequeñas subas todos los días. Son micro movimientos, mientras que la devaluación es un salto discrecional", recordó el economista de CEPA.
Cuando la brecha cambiaria es muy amplia y la incertidumbre reina entre quienes necesitan operar con dólares para exportar o importar, además de una inflación que no cesa, los operados suelen presionar al Banco Central para que acelere el crawling-peg y, de ese modo, que recorte la distancia con los dólares paralelos.