El ministro de Economía, Sergio Massa, le pidió hoy la renuncia al titular de la Casa de la Moneda, Rodolfo Gabrielli, tras conocerse en el Palacio de Hacienda los resultados de su gestión durante el año que está por terminar.
Según pudo saber este medio sobre el final de la jornada de hoy, el malestar de Massa se gestó por varios aspectos en la gestión de Gabrielli al frente del organismo encargado de producir los billetes y monedas de la Argentina. Entre ellos, se habló de una gestión administrativa que dejó un “balance en rojo”.
También de que la Casa de la Moneda venía desarrollando líneas de negocios que estaban alejadas de su objeto central y que, además, nunca terminaron de desarrollarse. De hecho, es público que gran parte de los billetes que el Banco Central puso en la calle este año fueron producidos en el exterior. Asimismo, desde Economía reprocharon “la demora en la puesta en marcha de la producción de billetes”.
En mayo de este año, el Presidente Alberto Fernández anunció junto al titular del Banco Central, Miguel Pesce, el lanzamiento de una nueva línea de billetes en la que se mantendrían los valores actuales y se reemplazarían las imágenes de animales autóctonos por próceres y figuras públicas. Ningún organismo estatal volvió a informar sobre la marcha de ese plan para la renovación del papel moneda.
El edificio de la Casa de la Moneda, en Retiro
Si bien las decisiones sobre el valor y la imagen de cada billete son del Banco Central y no de la Casa de la Moneda, la producción de los billetes en la Argentina resulta controversial, ya que a pesar del efecto de la elevada inflación de los últimos años no se renovó la línea monetaria por lo que el billete de mayor valor, el de 1.000 pesos, tiene un poder de compra escaso, inferior a 3 dólares a la cotización libre. En un relevamiento entre 13 países de la región, el papel de 1.000 pesos con la imagen del hornero es el que tiene un poder de compra más limitado en toda la región, sin que además existan planes a la vista para poner en circulación algún billete de una denominación mayor.
En septiembre pasado, la Casa de la Moneda quedó envuelta en una controversia que tomó estado público. Tuvo que dar de baja una acción destinada a regalar 1.700 camisetas de la Selección Argentina a sus empleados. El organismo tiene la tradición de hacer un obsequio a su personal los 29 de septiembre, aniversario de su creación. Este año, se inclinó por la camiseta, en plena euforia mundialista y, a la vez, en plena etapa de contención de gastos en toda la administración pública.
En ese momento, voceros de la Casa de la Moneda informaron que la iniciativa había sido dada de baja y no llegó ni siquiera a ser tratada en el Directorio, encargado de aprobar esos gastos, ya que se consideró que no correspondía avanzar con la iniciativa en este contexto. La licitación, no obstante, había sido publicada en la web destinada a ese efecto.
La denuncia de Lanata a Gabrielli por un presunto negocio familiar en la Casa de la Moneda
A comienzos de noviembre pasado, Jorge Lanata denunció en su programa Periodismo Para Todos (PPT) a Rodolfo Gabrielli por un presunto negocio familiar que llevó en el seno de la Casa de la Moneda, aprovechando su cargo de presidente de ese organismo.
"La Casa de la Moneda hizo una contratación directa a una firma inglesa para comprar un software de plataforma de pagos y transacciones. La empresa se llama Callao Holding, está radicada en el Reino Unido y tiene una subsidiaria en la Argentina", contextualizó el conductor.
Y continuó: "Consiguió un contrato por 9.578.888 dólares en abril del año pasado y una ampliación del contrato por 2.425.000 dólares en abril de este año. Como es una empresa extranjera, a pesar de tener una sociedad local, el pago se acordó en dólares o libras esterlinas en un banco extranjero".
De esa manera, evitó "pagar impuestos en el país". En ese sentido, especificó: "Claro, si se hacía el contrato con la empresa argentina, le iban a dar pesos al tipo de cambio oficial, y así consiguieron dólares en el exterior".
Acto seguido, expuso el presunto negocio familiar: "El ganador de la contratación con la empresa Callao es Federico Nano. Y, ¿sabés qué encontramos buscando en los antecedentes de Nano? Que en 2019 tuvo una sociedad, Pymetic, con Maximiliano Gabrielli, sobrino de Rodolfo".
"En la Casa de la Moneda nos dijeron que eso es pura coincidencia", ironizó respecto del caso, que ya fue denunciado por la diputada de la Coalición Cívica Paula Oliveto.