El Banco Central (BCRA) informó este jueves que, tras la oferta de recompra de puts que le hizo a los bancos se logró canjear el 78% de los casi $18 billones que había en ese instrumento y que representaba un seguro que los bancos tenían para poder vender fácilmente los bonos que le compraban al Ministerio de Economía.
El anuncio del fin de los puts fue apurado por el Presidente, que el último sábado anticipó que esta semana habría novedades en ese frente. Este paso necesitaba contar con la voluntad de los bancos, ya que se trataba de contratos firmados con el BCRA para asegurarse que la entidad les compraría los bonos del Tesoro.
Por eso, el Gobierno negoció banco por banco y finalmente les ofreció una compensación por inflación al momento de hacer la recompra. Las entidades que adhirieron al canje entregaron sus puts a cambio de la prima que pagaron al momento de hacer el contrato, actualizada por la variación de precios acumulada.
Como resultado de esa operación, el BCRA informó que pagó $90.000 millones a las entidades financieras. Ese monto, hasta tanto vuelva al organismo por otro instrumento, constituye una expansión monetaria. No obstante, ya despejado este frente, la entidad resaltó que este canje contribuye a reducir la incertidumbre porque elimina uno de los elementos con mayor potencial de emisión de pesos que existía en el sistema financiero.
¿Qué son los puts?
En pocas palabras, los puts son una suerte de “seguro” para los bancos que invierten en títulos del Tesoro. Desde la gestión de Sergio Massa, el Tesoro empezó a venderles a las entidades financieras ese seguro junto con los bonos que colocaba en el mercado como una forma de incentivarlos a ingresar en las licitaciones de deuda porque tenían asegurado que el BCRA les compraría los títulos a precio de mercado si decidían ejercer el put.
Aunque fue una herramienta diseñada por el kirchnerismo, la gestión de Luis Caputo continuó usándola, especialmente al inicio del gobierno, para asegurarse financiamiento. En los últimos meses, en cambio, se empezó a ofrecer con menos frecuencia y solamente sobre algunos de los títulos incluidos en el menú de cada licitación. La última vez que hubo puts disponibles fue en la colocación de deuda realizada a mediados de mayo.
La mayor parte de estos contratos se firmó bajo la modalidad “americana”, que implica que el dueño del put lo puede ejecutar en cualquier momento. El resto se pactó bajo la modalidad europea, que establece una ventana de tiempo en la que el banco puede pedirle al BCRA que le compre el bono.
Dado que el diagnóstico oficial entiende que se debe controlar la emisión monetaria para que el exceso de pesos no genere inflación ni amplíe la brecha cambiaria, los puts americanos son un cuello de botella que preocupaba al Gobierno. De hecho, Milei indicó en varias oportunidades que terminar con estos contratos será un paso fundamental para poder levantar el cepo al dólar.