La supresión de la emisión monetaria para financiar al Tesoro, un acuerdo con exportadores para que adelanten 5.000 millones de dólares que pasarán a engrosar las (mínimas) reservas del Banco Central, un esquema de subsidios basado en un límite al consumo de electricidad y gas y un sistema para que los beneficiarios de planes se incorporen al trabajo formal fueron algunos de los anuncios principales que realizó el ministro de Economía, Sergio Massa, en la conferencia de prensa que brindó este miércoles en el Palacio de Hacienda.
Acompañado de la mayoría de su gabinete, aunque se observaron algunas ausencias, como la del Secretario de Energía, David Martínez –de quien se habla que quizás no continúe en el cargo- y del asesor Daniel Marx.
Cabe señalar que aun falta la designación del secretario de Política Económica, en la práctica el viceministro. Justamente una de las críticas que se escucharon es que su equipo “no cuenta con un macroeconomista”. Aunque quizás el titular del Palacio de Hacienda ya lo tenga in pectore ya que anticipo que este jueves dará a conocer más integrantes de su equipo.
Consiente que la mirada está puesta en el elevado déficit fiscal Massa instruyo al secretario de Hacienda (Raúl Rigo) que no se utilizará el saldo de adelantos para financiar al Tesoro y, más aún, precisó que el lunes se devolverán al Banco Central 10.000 millones de pesos por este concepto, proceso que continuará en el futuro.
“Básicamente lo que vamos a hacer es no pedirle más plata de emisión, para financiar al tesoro, del BCRA. Nos vamos a arreglar con recursos que recaudamos y con financiamiento del sector privado”, sintetizó. Es decir, o se conseguirá un importante financiamiento del sector privado o el ajuste de las cuentas públicas será significativo.
Ante una consulta de como hará el gobierno para recortar el gasto público, dada esta fuerte restricción en el financiamiento, el ministro respondió que se trabajará con la administración central, descentralizada y las provincias en un esquema de fijación de prioridades en materia de erogaciones para el tercero y cuartos trimestres.
Concretamente explicó: “Cuando miramos sector público consolidado administración central y descentralizada el número es inferior respecto del desborde del gasto del primer semestre y vamos a hacer en un trabajo conjunto con toda la administración central y descentralizada y también con todas la provincias un esquema de fijación de prioridades. Nosotros tenemos una planificación y no me gustaría que en el trabajo coordinado en cada uno de los sectores de la administración pública se enteren por los medios de cómo tenemos que ordenar y planificar el tercer y cuarto trimestre”.
De esta manera, evitó dar una estimación porcentual del recorte a llevar a cabo. “Seguramente aplicará toda su capacidad política para ir negociando los recortes”, explican quienes lo conocen. Es que tanto los gobernadores como los distintos ministros vienen de contar con abultados ingresos. “No hay conciencia que el gasto no es posible financiarlo” explican los especialistas. Esta será quizás la mayor batalla que el ministro tendrá que encarar no solo con los actores del Estado sino también como dijo con el Parlamento.
Además, Massa ratificó la meta de 2,5% del PIB para el déficit primario del año de donde no hay mucho margen para que el Estado evite el efectuar un severo recorte a los gastos.
Respecto al financiamiento privado y ante el importante vencimiento en pesos para los próximos meses, el ministro anticipó que “para dar mayor previsibilidad y despejar la incertidumbre, hemos lanzado un canje voluntario para los vencimientos en pesos de los próximos 90 días. Finalizará el martes y ya tenemos compromisos de adhesión de más del 60%”.