El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció públicamente el impacto de la sequía extrema en la economía de Argentina y la imposibilidad del Gobierno en cumplir las metas acordadas en un comienzo en cuanto a la acumulación de reservas internacionales.
“Sabemos que Argentina se ha visto afectada por una grave sequía que ha socavado los resultados de la economía y ha perjudicado considerablemente a la población del país. Esto ha complicado la labor de los responsables políticos”, señaló la directoria gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
“Hemos examinado las implicaciones de este shock y lo hemos acomodado parcialmente en la modificación del objetivo de acumulación neta de reservas internacionales”, indicó en un gesto de negociación positiva con el ministro de Economía, Sergio Massa.
De todos modos, agregó: “Reconocemos que tenemos el compromiso del Gobierno de continuar afinando las políticas a la luz de las condiciones en las que se encuentran y seguiremos de cerca qué tan exitosos son. Siempre se trata de la aplicación y seguirá tratándose de la aplicación en estas circunstancias tan difíciles”.
Las declaraciones de Georgieva se dieron después de que FMI empeorara su pronóstico para la economía argentina en 2023 debido a la sequía. Espera que el PBI suba 0,2%, una baja de 1,8 puntos porcentuales contra la estimación de principios de año.