A dos meses de aumentar la retención de Ganancias sobre los gastos de turistas en el exterior, el Gobierno avanza en un nuevo esquema para el llamado dólar tarjeta.
Se busca desalentar la salida de divisas por ese segmento, en medio de la escasez de reservas y en alerta a lo que se descuenta será una demanda mayor por el Mundial de Qatar y la temporada de verano.
Las opciones que se barajan fueron discutidas en distintas reuniones que tuvieron lugar en el equipo económico desde el retorno, el martes, del ministro de Economía, Sergio Massa, de su gira por Estados Unidos.
La intención oficial es canalizar los dólares disponibles para el segmento productivo -importaciones- y desactivar o reducir aquellos que se escurren por ocio (viajes y turismo).
La decisión de modificar el esquema del dólar tarjeta estaría tomada y algunas fuentes dan cuenta de un inminente anuncio en ese sentido. En el equipo que encabeza Massa trabajaron en distintas opciones para encarecer aún más los gastos de la gran cantidad de argentinos que viajan al exterior y en particular los que lo hará en noviembre al Mundial de Qatar.
Las medidas para el dólar tarjeta en evaluación pueden resumirse en los siguientes:
-Aumentar el recargo de Ganancias sobre el dólar tarjeta o turista. Sería en torno a los 7 puntos (para equiparar el valor al dólar blue) por lo que el anticipo del impuesto a las compras en el exterior con tarjeta de crédito pasaría al 52%.
-Desactivar la devolución de la retención de Ganancias por los gastos en divisas realizados con tarjeta. Hasta ahora, una vez al año, los contribuyentes de ese impuesto, y quienes no están alcanzados, pueden tramitar ante la AFIP la devolución de la percepción por la compra de dólar ahorro (35%) y los tarjeta (45% desde julio) realizadas en el período fiscal anterior.
-Fijar que quienes tengan gastos en el exterior un tipo de cambio diferenciado, similar dólar MEP para hacer frente a esos gastos. Hoy el tipo de cambio financiero está unos 20 pesos por encima del tarjeta.
Si bien el acuerdo con el FMI impide la existencia de tipos de cambio múltiples, un desdoblamiento cambiario para el sector turismo podría brindarle al Gobierno algo de oxígeno en el corto plazo.
El desincentivo a los gastos en el exterior para ocio llegará como otro “desdoblamiento” tras el del dólar soja, un sistema temporal para apurar las ventas de la oleaginosa por parte de los productores, que hasta fin de mes recibirá $200 por cada dólar.
Dólar tarjeta versus dólar para la producción
Las medidas que ultima el Gobierno para el dólar tarjeta buscan reforzar “el veranito” cambiario que otorga a las reservas del Banco Central el dólar soja, por el que ya ingresaron más de US$2500 millones en lo que va del mes, y la promesa de mayores giros por parte de los organismos internacionales de crédito hacia cumplir las metas acordadas con el FMI.
A eso se sumará, si lo aprueba el directorio del Fondo en las próximas semanas, un giro por US$4000 millones del propio FMI, por el cumplimiento de las metas del segundo trimestre, que Massa conversó con Kristalina Georgieva este lunes en Washington.
Ese “colchón” de dólares permitiría al Gobierno pilotear lo que resta del año y volcar parte de esas divisas para las importaciones indispensables y evitar que se resienta el nivel de actividad.
En ese sentido, tras los cambios para el dólar tarjeta, habrá novedades para los sectores industriales que requieren de divisas para mantener o incrementar la producción.
La semana pasada, la UIA reclamó priorizar los dólares para la industria y que se elimine el llamado dólar tarjeta.
En julio, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) había elevado el adelanto de Ganancias de 35% al 45% para desalentar la sangría de dólares por el sector turístico. Sumado al Impuesto País (30%), los gastos en moneda extranjera con tarjetas de crédito o débito (sea para compras de bienes o servicios) se hacen a un dólar oficial más 75%.
Así y todo, la salida de divisas por turismo no se detuvo. Según las últimas cifras oficiales, el turismo al exterior superó en 45% al receptivo y el déficit alcanzó los US$757 millones. El alerta está puesto en que ese rojo se dispare por los viajes al exterior de argentinos que quieren ir al Mundial de Qatar 2022 o en la reserva de vacaciones de verano.
