En medio de las duras negociaciones con el FMI para destrabar fondos frescos, el Gobierno decidió unificar tres pagos de deuda para fin de mes con el organismo por US$ 2.600 millones. De esa manera, los vencimientos escalonados de julio se cancelarán juntos en tres semanas, lo que le permitirá a las autoridades ganar tiempo ante la falta de dólares.
La orden fue confirmada por fuentes del equipo económico, donde por estas horas continúan negociando por zoom con el staff del Fondo para obtener un desembolso de por lo menos US$ 4.000 millones. La medida apunta a correr el calendario de pago con la expectativa de cerrar un acuerdo en los próximos días que permita cancelar los vencimientos de julio con los fondos recibidos.
El Gobierno enfrenta un escenario desafiante por la pérdida de reservas. Según cálculos privados, las netas son negativas en US$ 5.000 millones, lo que dificulta afrontar la deuda. Este viernes, vencía un pago de US$ 1.300 millones con el organismo. Luego, según el calendario previsto inicialmente, el 14 de julio caían US$ 600 millones y el 28 de julio, otros US$ 700 millones.
En ese marco, el Ministerio de Economía viene aplazando el envío de una comitiva a Washington encabezada por Leonardo Madcur y Gabriel Rubinstein. Según pudo saber Clarín, la negociación se mantiene aún en un "plano general" y el viaje tendrá lugar recién "cuando se cierre el acuerdo". El ministro de Economía ya advirtió que no quiere que le "corran el arco".
Por la escasez de dólares, Economía autorizó importaciones en yuanes y aplazó dos vencimientos en junio para fines de ese mes por US$ 2.700 millones. El compromiso fue cancelado el viernes con DEGs y yuanes. Fue la primera vez que el Tesoro recurrió a la moneda china -una de las cinco que utiliza el organismo- para cancelar obligaciones con Washington.
En despachos oficiales, aseguran que la postergación de compromisos hasta fin de mes es un mecanismo "típico y habitual" avalado por el organismo para reducir costos transaccionales. El objetivo es aliviar por unas semanas la caja del Banco Central, sin entrar en atrasos (mientras se cancelen en el mes). El domingo, a su vez, se pagarán US$ 1.000 millones a bonistas.
En campaña, Massa aseguró la semana pasada que "hay que generar los dólares necesarios para pagarle al Fondo y no volver nunca más". Y días atrás apuntó contra Macri: "Hace cinco años, el tío vago de la familia se fue al prestamista, tomó la hipoteca, la plata se fue de la Argentina y eso para la Argentina hoy es un problema que genera la faltante de dólares".
Massa reveló tensiones con el Fondo desde que en diciembre, según explicó, le pidió que frenara la construcción del gasoducto en Vaca Muerta, que será inaugurado este domingo. "Todos los días te van poniendo nuevas condiciones, exigiendo mas cosas. Lo que plantean en el Fondo es la pérdida de soberanía, es no tener más Patria, no tener más Nación", dijo en redes sociales.
El ministro levantó el tono desde que se convirtió en candidato presidencial por el oficialismo. En busca de respaldo, se mostró junto a Cristina Kirchner y sumó a su equipo a Daniel Scioli, Julián Domínguez y Sergio Montoya. Este jueves, moverá otra pieza: encabezará una videoconferencia con el ministro de Economía de Egipto, el segundo deudor del FMI.
Argentina concentra la mayor deuda desde que Macri pidió un crédito de US$ 57.000 millones al FMI en 2018, de los cuales ingresaron US$ 44.000 millones tras la decisión de Alberto Fernández de interrumpir el préstamo Stand By. Luego, en marzo del año pasado, el Congreso aprobó un nuevo programa para repagar la deuda con fondos del organismo.
Pocos meses después, sin embargo, la crisis financiera de junio desembocó en la renuncia de Martín Guzmán y complicó el cumplimiento de metas con el organismo. Las medidasdispuestas por Sergio Massa estabilizaron la situación por un tiempo, pero ya en marzo pasado el gobierno atrasó pagos y en abril empezó a negociar un adelanto de desembolsos, aún en discusión.