Otra jornada en rojo para los bonos y acciones argentinos. Ya desde la apertura, los títulos de deuda local bajaban más de 1% e impulsaban al riesgo país.
El indicador que mide JP Morgan estuvo por encima de los 1500 puntos durante la mañana, luego bajó y sobre la última parte de la rueda vuelve a avanzar. A pocos minutos del cierre, sumaba 34 unidades con respecto al martes y llegaba así a los 1528 puntos.
Las acciones de empresas argentinas que cotizan en el exterior habían arrancado la jornada con pérdidas mayores al 3% y también recortaron las caídas con el paso de las horas. Pasadas las 17.00, las bajas estaban en torno al 1,5% en Nueva York. Las acciones energéticas revirtieron los rojos iniciales y anotan leves alzas tras las precisiones oficiales sobre el esquema de transición para reducir los subsidios.
Por su parte, los tipos de cambio financieros se presentan casi sin cambios con respecto a la rueda anterior. El dólar MEP opera en la zona de los $1280, mientras que el contado con liquidación se mueve apenas por encima de los $1300. El dólar blue, en tanto, baja $15 y llega $1250. La brecha con el oficial continúa por alrededor del 40%.
La tensión política le gana a los resultados económicos
Según los operadores, las caídas que se vieron en los últimos días están relacionadas con la situación política más que con la economía. En particular, evaluaron como una mala noticia la media sanción a la nueva fórmula jubilatoria que propuso la oposición.
“Lo sucedido ayer debería ser tomado como una señal de advertencia de peligro de primer orden para el oficialismo dado que el conglomerado opositor que se armó, con pivot en Hacemos Coalición Federal, podría transformarse en una gran piedra en el zapato para el difícil tránsito de un gobierno con debilidad parlamentaria y que demostró en este tiempo escasa vocación para conseguir consensos amplios”, interpretó Aurum.
Otro punto de conflicto -también político- es la demora en la aprobación de la Ley Bases. En ese punto, las declaraciones de Guillermo Francos sobre la posibilidad de sancionarla recién en julio no llevaron tranquilidad a los inversores.
