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SÚPER INFLACIÓN

El salario promedio puede comprar 30% menos de carne vacuna que en 2019

Un informe privado calculó que ahora puede comprar 66 kilos, contra los 95 que podía comprar hace cuatro año.

El salario promedio puede comprar 30% menos de carne vacuna que en 2019

La carne es uno de los alimentos predilectos de los argentinos, fuertemente arraigado en sus costumbres y cultura y de hecho de los productos más consumidos en el país.

De hecho, en los últimos días se conoció que el consumo aumentó durante el primer trimestre, de la mano de una mayor oferta de la mercadería, aunque la realidad económica indica que el sueldo promedio de los ciudadanos cada vez puede comprar menos carne.

Según un informe del mercado ganadero Rosgan, si se mide la cantidad de kilos de carne que se puede comprar con un ingreso medio, se evidencia “un claro deterioro año tras año”, dice el trabajo, que precisa, a partir de datos disponibles por el Ministerio de Trabajo hasta el tercer trimestre del 2022, que con un ingreso medio se podía comprar 66 kilos de carne vacuna al mes, un 30% menos que en 2019, cuando con el ingreso medio se podían adquirir 95 kilos.

Desde 2017, la caída en el poder de compra del salario no se detiene: pasó de poder adquirir hace solamente cinco años 110 kilos a 66 kilos en la actualidad. Esta última cifra se ubica bien por debajo de los 95 kilos promedio del anterior quinquenio. “En un contexto de elevada inflación, la pérdida del poder de compra de los hogares es inevitable”, dice el trabajo privado.

“Este deterioro del poder de compra sin dudas es uno de los factores que genera mayor resistencia al momento de convalidar ajustes de precios”, dice un pasaje del estudio, que explica que por cuestiones estacionales los valores de la carne suelen tener un ajuste al alza durante marzo y abril, en respuesta a una mayor demanda, pero que durante el segundo semestre del año pasado “el precio de la carne vacuna fue ajustando por debajo del aumento general registrado por el resto de los bienes y servicios, llegando a acumular un retraso de más de 56 puntos porcentuales contra inflación, a inicios de este año”.

“Una combinación de demanda debilitada por erosión de su poder de compra y una elevada oferta de hacienda producto de la seca, genera un escenario muy poco propicio para que el precio de la carne logre acompañar el ritmo de ajuste que impone la inflación, con tasas fluctuando ya en torno al 8% mensual”, explica el trabajo del Rosgan. “En este contexto -agrega-, las estadísticas de consumo de carne vacuna muestran una asombrosa recuperación”.


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