En un claro contraste con la política energética de los anteriores gobiernos kirchneristas y de la que aplicó hasta ahora el del presidente Alberto Fernández, la nueva secretaria de Energía, Flavia Royón, enfatizó hoy la importancia del ahorro y la eficiencia energética, aunque se cuidó de dar demasiados detalles sobre los aumentos de tarifas que se conocerán “los próximos días, no tiene que pasar de la semana que viene”.
“Si no reducimos el déficit (fiscal, que en gran medida se debe a los subsidios a la energía), se termina en el impuesto más injusto de todos, que es la inflación”, dijo la integrante del equipo económico que encabeza Sergio Massa y exsecretaria de Energía y Minería de Salta.
“Queremos que el sistema sea más justo y que de hablar de subsidios pasemos a hablar de eficiencia, no solo en el consumidor, en las casas, que concienticemos que la energía es un bien preciado, que hay que cuidarlo”, dijo la funcionaria e insistió en que “la agenda de eficiencia energética” debe aplicarse “tanto en la oferta como en la demanda”.
El énfasis de la flamante secretaria es el exacto opuesto de los gobiernos de Cristina Fernández, quien se jactaba del alto consumo de energía residencial. “¿Saben cuántos barriles por cabeza, por cabecita de argentino consumimos en la Argentina? 2,53 barriles de petróleo anuales. ¿Saben cuánto consume Brasil per cápita barriles por año? 0,59; Chile, 0,89 y Brasil 0,92. O sea, que en la Argentina per cápita en consumo energético, por así decirlo, consumimos 329% más que Brasil, 184% más que Chile y 174% más que Uruguay”, subrayaba en 2013 la entonces presidente en un discurso en Río Gallegos, al cotejar el consumo energético argentino contra países.
Ahora, ante el déficit energético, el creciente costo fiscal en subsidios y la importación de combustibles, que presiona sobre las escasísimas reservas del Banco Central y genera expectativas de devaluación, el equipo económico que encabeza Massa enfatiza las virtudes del ahorro y la eficiencia energéticas.
Royón dijo sentirse halagada por la “visión federal” de Massa al designarla y que está trabajando en “muchos temas pendientes” junto a los equipos técnicos del área energétic. Destacó la reglamentación del decreto del régimen de acceso a divisas para la producción incremental de petróleo y gas, que estaba pendiente desde febrero, y sobre la segmentación de tarifas eléctricas y gasíferas dijo que los detalles se conocerán “los próximos días, no tiene que pasar de la semana que viene”
Contra-reloj
“Estamos trabajando contra-reloj, la expectativa era hacerlo este jueves, pero no es un tema sencillo; la base de datos es importante y la premisa es que esta es una actualización de tarifas para quien realmente la pueda afrontar”, explicó Royón, quien dijo que están cruzando bases de datos para evitar errores. Mucha gente, no se anotó en el “Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos” (RASE) por falta de acceso a internet y se busca evitar que hogares de bajos ingresos sean alcanzados por los aumentos. “Queremos que el subsidio llegue al que más lo necesita y que tengamos un sistema más justo; esto es una prioridad, entendemos que no tiene que pasar de los primeros días de la semana que viene”.
“Si no reducimos el déficit termina siendo el impuesto más injusto, que es la inflación”, enfatizó la funcionaria. En cuanto a los tres segmentos (de altos, medios y bajos ingresos) sobre los que se aplicarán las nuevas tarifas, dijo que no necesariamente los 4 millones de personas que no se anotaron (en el RASE) tendrán aumento. “Hay gente que no se anotó y tiene condiciones de vulnerabilidad, las estamos buscando para identificarlas y que no le llegue la actualización”.
Algunas cifras
Señaló que quienes no se anotaron y son de alto poder adquisitivo (más de $ 365.000 de ingreso del hogar) tendrás una actualización en tres tramos. “El primer tramo va a ser, si uno quiere, el más importante. Las últimas dos cuotas, por decirlo de alguna manera, van a ser menores”, señaló. Consultada sobre los valores que tendrían las nuevas facturas, dijo que “depende de los consumos de cada uno”, aunque los montos de aumento –arriesgó- pueden ir de $ 1.200 a 4.000 o 5.000 pesos”.
“Queremos que el sistema sea más justo y que de hablar de subsidios pasemos a hablar de eficiencia, no solo en el consumidor, en las casas, que concienticemos que la energía es un bien preciado, que hay que cuidarlo”, enfatizó la funcionaria, quien dijo que pretende llevar “la agenda de eficiencia energética” tanto a la demanda como la oferta de energía.
La premisa, señaló, es que “la tarifa social no va a sufrir actualización; la idea es atender al que más lo necesita” y que las personas de alto poder adquisitivo “tengan claridad de cuánto va a ser la actualización”. Al respecto, señaló que los aumentos van a ser menores a la evolución de los salarios, medida por el “Coeficiente de Variación Salarial”, pero a su vez destacó que con los aumentos salariales que hubo “ya llevamos retraso” en la actualización de tarifas. Además, precisó que el aumento será en tres tramos, el primero de los cuales será en septiembre.
Menos que en Europa
De todos modos, Royón enfatizó que los aumentos energéticos serán menores a los que están aplicando otros países del mundo. “Estamos viviendo una realidad distinta; no van a ser los aumentos que uno ve en Europa, no se va a afectar a la tarifa social y a los que menos tienen”.
La funcionaria reconoció que “la gente está nerviosa por la actualización, todo el mundo sabe que se está pagando mucho más por la energía, que hay lugares donde piden apagar las vidrieras. En la Argentina no hubo restricciones ni hubo faltantes de gas. Estamos viviendo una realidad distinta. No van a ser los aumentos de Europa en donde es hasta 60% de un salario. Es una actualización inferior al CVS, en tramos y no va a afectar a usuarios de la tarifa social. Es para tener un sistema mucho más justo”, reiteró.
Vaca Muerta y el Gasoducto
En cuanto al “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”, que supuestamente servirá para canalizar la mayor producción de gas de Vaca Muerta, prescindir de las importaciones de GNL por barco y limitar las importaciones por gasoducto desde Bolivia, Royón dijo que “el plan de máxima es que el gasoducto esté terminado para junio del año que viene”, en admisión implícita de que los tiempos para lograrlo son muy ajustados.
Calificó al gasoducto de “obra estratégica” porque “nos dará la posibilidad de autoabastecernos y exportar”, cambiando la situación actual que describió con las siguientes palabras: “seguimos dependiendo del gas de Bolivia en vez de hablar de soberanía y autosuficiencia”. El gasoducto y la mayor producción de Vaca Muerta, completó, “nos va a permitir empezar a hablar de crecimiento, de sustitución de importaciones, que el año que viene no se necesite tanta importación”.