El gran movimiento de turistas en las calles de la capital salteña puede llegar a confundir la percepción sobre el momento que atraviesa el comercio local. La realidad es que a excepción de las ventas que se motorizan con ese rubro en pleno auge más lo que genera la gastronomía, el sector comercial en general está en caída.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Salta, Gustavo Herrera, dio a conocer que en el primer semestre las ventas de la actividad que representa cayeron entre un 7 y un 10 por ciento en relación al mismo período de 2022.
"Es muy difícil determinar las ventas en general porque hay situaciones distintas, de acuerdo al rubro. La gente ve el centro lleno y puede decir que la economía está funcionando, pero lo que funciona es el turismo y la gastronomía, el resto del comercio está en bastante baja", dijo el dirigente empresarial.
El administrador del mercado Cofruthos, Enrique del Pino, describió a El Tribuno un panorama más complicado para el popular centro comercial, donde las ventas se desplomaron un 45%, según dijo en una entrevista con Radio Salta. El dato es preciso, porque existe un registro diario de la cantidad de productos que comercializan los puesteros.
"Estamos viendo que los puesteros ingresan con menos mercadería y los mismos puesteros se están quedando con más mercadería que no llegan a vender", contó Del Pino.
El paisaje sombrío coincide, e incluso es peor, con el relevamiento que realiza periódicamente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en todo el país. Según la cual las ventas en los comercios minoristas registraron en junio una baja de 3,6% interanual y en el primer semestre del año acumularon una baja de
1,8% en relación con los mismos meses de 2022.
