La industria percibió un nuevo golpe durante marzo, se desplomó un 6,3% contra febrero y un 21,2% contra marzo de 2023. No hubo una sola categoría que no haya caído en la comparativa. Así, en los primeros cuatro meses del actual Gobierno, el sector acumuló una baja de 15,8%. De hecho, es incluso mayor a la registrada durante los primeros cuatro meses de la cuarentena. Hacia delante, las expectativas siguen sin mejorar y para la mayoría de los industriales la demanda interna sigue cayendo durante el segundo trimestre. Desde la UIA mostraron preocupación por la posible aprobación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) en la Ley Bases ya que “podría fomentar la competencia desleal”.
Según el último Índice de Producción Industrial Manufacturera (IPI) del Indec, la caída acumulada durante el primer trimestre fue de 14,8% contra el mismo periodo del año pasado. En este sentido, y pese a que se trata de la sexta caída al hilo de la industria, la actividad experimentó una baja aún más pronunciada desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada. Entre diciembre y marzo, el desplome fue de 15,8%, se trata de un porcentaje incluso mayor al que se registró entre marzo y junio de 2020 (10,4%), los meses más fuertes de la cuarentena por coronavirus.
Respecto al resto del año, las expectativas no son buenas. Ante la consulta sobre cómo esperan que evolucione la demanda interna durante el segundo trimestre de 2024 respecto al mismo periodo de 2023, el 51,9% de los industriales consultados por Indec respondió que la demanda caerá, mientras que el 36% dijo que no habrá cambios.
Desde LCG comentaron que “algunos indicadores de la actividad muestran un ligero repunte en abril, aunque este está muy lejos de compensar la caída experimentada en marzo”. La consultora consideró que “haber subordinado la recuperación económica al objetivo de desinflación, hace pensar que la recuperación será marginal” y estimaron una caída anual promedio del 14,7% para la industria.
El Régimen de Inversiones pone en vilo a la industria
A la caída de la demanda interna se le asomó un nuevo problema al entramado productivo, el RIGI incorporado en la Ley Bases. Desde CEPA denunciaron que si se aprueba este apartado, que ya tiene media sanción en Diputados, las empresas extranjeras “podrán producir con beneficios extremos y exportar libremente, sin abastecer al mercado local”.
Y agregaron: “No hay transferencia tecnológica, sino que se beneficia al inversor extranjero, porque el local debe pagar aranceles por los insumos necesarios para producir el mismo bien de capital. Tampoco hay política de desarrollo de proveedores. No exige agregación de valor. A ello se debe añadir que los adheridos al RIGI no tendrán obligación de comercializar productos en Argentina”.
De hecho, la UIA emitió un comunicado este martes, donde afirmó que, pese a “la importancia de contar con un régimen que dinamice las grandes inversiones, la actual configuración del capítulo podría fomentar la competencia desleal en detrimento de los proveedores nacionales”. Remarcaron además “la importancia de desarrollar las cadenas de valor para consolidar el entramado productivo, apalancar a las Pymes y generar empleo de calidad en todas las regiones del país”.
En esta línea, desde Industriales Pymes Argentinas (IPA) confirmaron que se movilizarán este viernes por la mañana al Senado de la Nación para mostrar su disconformidad con la ley. “Así como está, el proyecto es un ataque al sector industrial. Esto no lo podemos permitir. Vamos a solicitar reunión con todos los bloques”, detalló el titular de IPA, Daniel Rosato, tras un encuentro con otros referentes del sector.