La actividad industrial anotó un fuerte rebote en julio y subió 6,9% mensual desestacionalizado, aunque se ubicó todavía un 6,1% por debajo de los niveles de noviembre. La economía dio señales de haber tocado piso en julio. Sin embargo, tras conocerse algunos de los indicadores preliminares de agosto vuelven a surgir interrogantes sobre si esos datos positivos podrán mantenerse e iniciar una recuperación sostenida de la actividad económica.
El sector de alimentos y bebidas fue la rama de la industria que más traccionó según el Indec, con un crecimiento interanual de 5,9%. Gran parte se explicó por el gran desempeño de la molienda de oleaginosa, que mostró un crecimiento del 60,3% contra julio de 2023, año de la sequía.
Exceptuando la refinación de petróleo y la producción de motocicletas, el resto de las ramas de la industria mantuvieron las caídas interanuales, según el Índice de Producción Industrial (IPI) Manufacturera oficial. De hecho, la actividad fabril exhibió una caída interanual de 5,4% en julio y de 14,6% en el acumulado de lo que va del año contra el mismo periodo del año anterior. Aunque hubo repunte, sigue dentro del pozo.
A diferencia de otros sectores, como la construcción, el agro o los hidrocarburos, la industria manufacturera había sido uno de los pocos sectores de la economía real que no había mostrado una recuperación desde el piso que tocó en el segundo trimestre.
Hacia delante, la expectativa de los industriales mostró leves signos sostenidos de mejoría en los últimos dos meses. Por ejemplo, sobre la evolución de la demanda interna para los próximos meses, en mayo el 53,7% de los encuestados por el Indec había dicho que disminuiría, número que se redujo al 47,2% para julio. De manera similar, en mayo el 49,7% respondió que disminuiría el nivel capacidad instalada y solo el 22,1% dijo que lo aumentaría. En julio, los que contestaron que achicarían sus niveles fueron el 43% del total, mientras que quienes contestaron que los incrementarían subieron al 28,8%.
Los nubarrones de agosto para la actividad
Varios indicadores mostraron mejoras de la actividad en general durante julio. Aún así, diferentes datos sectoriales que se conocieron de agosto anticiparon un panorama heterogéneo. Por ejemplo, el consumo medido a través de las ventas minoristas pyme que releva la CAME registraron una caída mensual desestacionalizada de 1,6% en agosto.
Otro caso fue la construcción que, a diferencia de los meses previos, pareció haber tenido un nuevo tropezón en agosto. El Índice Construya anotó una baja de 4,3% desestacionalizada. Además, los despachos de cemento al mercado interno anotaron una variación mensual negativa por encima del 7%, según estimó la consultora Outlier a partir de una desestacionalización del dato publicado por la Afcp. Además remarcó que los despachos "conservan la pendiente positiva desde el último mínimo local", aunque también afirmó que los niveles actuales no se observaban "desde la pandemia".
Otro dato que ponderó Outlier fue la producción automotriz. "Se mantuvo en terreno positivo en agosto, pero marcó una significativa desaceleración respecto a julio, luego del salto que había registrado durante dicho mes. En particular, creció 1,2% mensual (luego del 22% de julio) y todavía no logró alcanzar los niveles de diciembre de 2023".
Con tendencia positiva también estuvieron los patentamientos de motos y autos, con subas desestacionalizadas de 25,1% y 2%, respectivamente, según estimaciones de la consultora 1816. A su vez, los préstamos en pesos al sector privado crecieron un 9,3% real desestacionalizado, de acuerdo a información del BCRA. En 1816 también destacaron el crecimiento sin estacionalidad de dos impuestos ligados al nivel de actividad: el IVA-DGI y el impuesto a las tarjetas de crédito y debito. El primer tributo subió 6,2%, mientras que el segundo 6,2%.
Para la consultora Invecq la actividad económica "se encuentra atravesando un camino de recuperación lenta, heterogénea e irregular; patrón que probablemente se mantenga en el corto plazo".
