En un escenario cada vez más adverso, condicionado por el asedio de Cristina Kirchner sobre el gobierno y el deterioro de las expectativas sobre la economía, el Gobierno buscará enviar señales de que aún mantiene la iniciativa política y el programa económico pactado con el FMI. Dentro de ese esquema, ocupará un lugar clave este lunes la reaparición en escena del demorado proyecto de renta inesperada.
Desde las 17 en el Museo del Bicentenario, el presidente Alberto Fernández y Martín Guzmán, el ministro de Economía presentarán el proyecto anunciado hace casi dos meses, a principios de abril, para gravar las ganancias netas de más de $ 1.000 millones. Apunta a las empresas beneficiadas en 2022 por el shock de precios, sin realizar inversiones, y se aplicará en 2023. El anuncio fue confirmado desde Casa Rosada, sin que aparentemente estuvieran al tanto en Economía.
Bajo enorme presión, Martín Guzmán volverá así a ocupar un rol protagónico en medio de un tembladeral sobre el que también se mueve el ministro de Trabajo, Claudio Moroni y el titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce. El discípulo de Joseph Stiglitz fue quien más sufrió en las últimas semanas la arremetida de Cristina Kirchner y La Cámpora, una ofensiva que este fin de semana se llevó puesto a Matías Kulfas, un hombre muy cercano al Presidente.
Aunque en algunos despachos minimizaron la salida del ministro de Desarrollo Productivo, dentro del gabinete reconocen que el resultado inmediato es un mayor condicionamiento e incertidumbre. Para Guzmán, representa la salida de uno de los funcionarios con los que trabó mejor relación. El viernes, Kulfas le hizo comentarios al oído durante el aniversario de YPF. Ninguno sabía que esa iba a ser la última vez que se sentarían juntos en un acto oficial.
Allí, la vicepresidenta le exigió al Presidente que "use la lapicera" frente a las presiones empresarias, que exija inversiones a Techint para construir el gasoducto Néstor Kirchner y cuide los dólares: "hay un deporte nacional por apoderarse de las reservas que hay en el Banco Central". Un día antes de ese reproche, Guzmán, Kulfas y Pesce abrieron el grifo de divisas a las tecnológicas, lo mismo que habían hecho la semana previa con las petroleras.
Ambas medidas benefician, entre otras, a las dos mayores empresas del país, con largas tensiones con el kirchnerismo: Mercado Libre, de Marcos Galperín, y el grupo industrial de Paolo Rocca. La orden de desempolvar el gravamen a la renta inesperada vino ahora a poner distancia en vísperas del aniversario de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), del que el Presidente participará este martes con un mensaje grabado.